El VII Congreso de Teolog¨ªa aboga por el fin de las discriminaciones en la Iglesia

El VII Congreso de Teolog¨ªa -organizado por sectores progresistas, movimientos cat¨®licos y comunidades de base- concluy¨® ayer sus sesiones en Madrid con la aprobaci¨®n de un mensaje final en el que se indica que la excesiva distinci¨®n entre cl¨¦rigos y laicos en el interior de la Iglesia conlleva "casi inevitablemente" discriminaciones "contrarias a los derechos humanos".

Este hecho es especialmente grave en lo que se refiere a la mujer, a?ade el documento, que se mueve en un tono de moderaci¨®n mayor al de a?os anteriores. A este hecho no han sido ajenas las tensiones mantenidas entre los organizadores y la Conferencia Episcopal, a ra¨ªz de una carta enviada por la jerarqu¨ªa a las ¨®rdenes religiosas recomendando impl¨ªcitamente la no asistencia a estas sesiones que se iniciaron el pasado jueves.Sin embargo, la asistencia se ha situado en los par¨¢metros de otros a?os. Unas 1.200 se han inscrito en este s¨¦ptimo congreso, en el que ha tomado parte un solo obispo, Javier Os¨¦s, titular de la di¨®cesis de Huesca. Os¨¦s, que particip¨® en una mesa redonda en la tarde del viernes, fue largamente aplaudido por los asistentes que llenaban la sala de sesiones.

Poco antes de que se iniciara la intervenci¨®n del obispo de Huesca fue le¨ªdo en una sala de sesiones abarrotada y aprobado -con seis votos en contra- un comunicado en el que se criticaba la informaci¨®n facilitada por el episcopado a la Confederaci¨®n de Religiosos (Confer) masculinos y femeninos sobre el congreso, por considerarla poco ajustada a la realidad. En el texto se pide "clara y abiertamente" a los obispos que acepten la existencia y la realidad de estos congresos y "se hagan presentes en los mismos con cercan¨ªa de hermanos y nos permitan, con todos los di¨¢logos necesarios, participar en la entera responsabilidad de la Iglesia".

El comunicado a?ade que los asistentes se sienten "en comuni¨®n con los obispos", pero en ning¨²n caso "s¨²bditos de nuestros prelados". Una vez concluidas las sesiones, los te¨®logos de la Asociaci¨®n Juan XXIII, de car¨¢cter civil, continuar¨¢n las conversaciones con los obispos, di¨¢logo que ya mantienen desde la edici¨®n del a?o pasado, en la que participaron el te¨®logo Hans K¨¹ng y el sacerdote nicarag¨¹ense Fernando Cardenal, considerados por la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica como personajes "problem¨¢ticos".

La voluntad de no ahondar las divergencias entre episcopado y los convocantes de las sesiones ha provocado, a juicio de los observadores, que el propio congreso se moviera en par¨¢metros de moderaci¨®n. El mensaje final parte de la consideraci¨®n de que sin laicos no hay pueblo de Dios y sin pueblo de Dios no hay Iglesia, y sugiere una evoluci¨®n del binomio cl¨¦rigos-laicos a la dial¨¦ctica pueblo-ministerios.

"Ser¨ªa positivo un cambio sociol¨®gico en el que ser ministro no implicara necesariamente la pertenencia a un estamento clerical", a?ade el mensaje, que considera la experiencia de las iglesias latinoamericanas como "una esperanza, a la vez que una ense?anza para nuestras iglesias de Europa". "Hay que reimplantar en la realidad social de la Iglesia el principio de igualdad proclamado por Pablo en la Carta a los g¨¢latas: 'Ya no hay jud¨ªo ni griego, esclavo ni libre, ni var¨®n y hembra, pues todos vosotros hac¨¦is uno en Cristo Jes¨²s", se a?ade en el mensaje final.