Capricho
Me parece bien que Espa?a conmemore el quinto centenario del descubrimiento de Am¨¦rica. Los espa?oles de aquel tiempo no exterminaron a todos los indios y este rasgo de generosidad debe ser celebrado. Aparte de eso, hay que montar esta gran batalla de flores en honor a cierta raza que se extingue. Se trata de la ¨²ltima oportunidad de reconocernos. Dentro de un par de siglos ya no quedar¨¢ historia, todo el mundo ser¨¢ negro y s¨®lo Walt Disney estar¨¢ all¨ª para contemplarlo. Este se?or que ahora se halla hibernado en un tubo de acero se va a encontrar con una fiesta maravillosa cuando se despierte. Crey¨¦ndose uno de sus propios mu?ecos animados, Walt Disney ha dispuesto en testamento que lo descongelen el d¨ªa en que la ciencia logre la inmortalidad de la carne. Sin duda va a pagar cara esta veleidad tan cinematogr¨¢fica.En una fecha no muy lejana, desde Alaska a la Patagonia, una dens¨ªsima multitud de negros y mestizos ocupar¨¢ codo con codo valles, colinas, desiertos y praderas hasta la orilla de los mares, y estos seres, que probablemente a¨²n ser¨¢n humanos, van a cubrir la tierra a raz¨®n de tres por metro cuadrado y no har¨¢n sino tocar brutalmente la trompeta todo el d¨ªa sudando a chorros. Se alimentar¨¢n por aire mediante aviones nodrizas con s¨®lo abrir la boca, el cuello les crecer¨¢ como a las jirafas, sonar¨¢ entre el inmenso gent¨ªo el fragor de la reproducci¨®n por medio del sexo y las cuchilladas. Nadie morir¨¢, aunque la raza blanca haya desaparecido en la memoria. Tal vez entonces el fiambre de Walt Disney se desprender¨¢ de la escarcha y al emerger del f¨¦retro congelado podr¨¢ asistir a este gigantesco baile. Un terrible clamor de metales unido a una extra?a jerga gutural herir¨¢ sus cart¨ªlagos y ¨¦l se sorprender¨¢ vivo, si bien no conseguir¨¢ salir del dep¨®sito de cad¨¢veres ya que la oleada de carne oscura e inmortal llegar¨¢ hasta la inmediata vidriera. En ese tiempo el Pato Donald ser¨¢ S¨®crates, hijo de padre desconocido. Por eso hay que celebrar el descubrimiento de Am¨¦rica antes de que sea tarde.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.