Una Iglesia cat¨®lica independiente y din¨¢mica recibe hoy a Juan Pablo II en Estados Unidos
![Francisco G. Basterra](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F26f1666e-8865-4b38-9825-e308de656829.png?auth=690528c49e3824418e30ff3ed7a3e27b8e03b84858dbfba27dd43e81c6d4b120&width=100&height=100&smart=true)
Juan Pablo II afrontar¨¢ a partir de hoy, y durante 10 d¨ªas, la dif¨ªcil prueba de un viaje a Estados Unidos que es el segundo en la historia de su pontificado. Con 53 millones de fieles, es la Iglesia cat¨®lica m¨¢s independiente y din¨¢mica del mundo, la que ha llevado m¨¢s lejos las ense?anzas del Concilio Vaticano II, la m¨¢s poderosa econ¨®micamente y tambi¨¦n la que m¨¢s problemas de disidencia presenta a la ortodoxia del Vaticano. El viaje ha sido precedido por reiterados actos disciplinarios de Roma sobre el rebelde catolicismo estadounidense.
El 93% de los cat¨®licos de este pa¨ªs cree, seg¨²n un sondeo publicado por la revista Time, que es posible no estar de acuerdo con las ense?anzas del papa polaco y ser al mismo tiempo buenos cat¨®licos. El viaje de 10 d¨ªas que hoy inicia el Papa en Miami -donde se entrevistar¨¢ con el presidente Ronald Reagan- ser¨¢ pol¨¦mico, empezando por su coste, 20 millones de d¨®lares (2.400 millones de pesetas), que algunos consideran que estar¨ªa mejor empleado en ayudar a los pobres. "Es inmoral", asegura una coalici¨®n de monjas feministas.Estados Unidos es visto por el Vaticano, seg¨²n Bernard Swain, profesor de Teolog¨ªa de la universidad de Harvard, como su laboratorio para aprender a sobrevivir en el mundo moderno. Su individualismo y el culto al materialismo y al hedonismo representan los valores contra los que batalla la Iglesia, y sobre todo este papa polaco. Pero al mismo tiempo, seg¨²n subrayan expertos en asuntos religiosos, la fuerza indudable de la Iglesia cat¨®lica de Estados Unidos ofrece al Papa una gran oportunidad para influir la cultura norteamericana, de la que mama en definitiva todo Occidente.
Grupos de homosexuales, condenados por la Iglesia, y de feministas protestar¨¢n en San Francisco y en otros puntos del recorrido contra el "racismo" de la Iglesia de Roma. El Papa recibir¨¢ en Monterrey a 110 enfermos del SIDA, casi todos ellos homosexuales. A esas protestas se sumar¨¢n los proabortistas, los indios, que se sienten discriminados en la Iglesia (de 1,5 millones, 285.000 son cat¨®licos).
Tambi¨¦n protestar¨¢n los negros: el ¨²nico obispo de esta raza se quejar¨¢ ante el Papa de tener s¨®lo el 0,04% de los sacerdotes de la Iglesia cat¨®lica. Los hispanos -la gira papal se har¨¢ sobre todo por tierras del sur y el oeste, con fuerte presencia hispana son el 30% de los cat¨®licos de este pa¨ªs, y ¨²nicamente cuentan con el 3% de los sacerdotes. A ¨²ltima hora se ha resuelto un temido boicoteo de los l¨ªderes jud¨ªos, que se entrevistar¨¢n con el Papa en Miami.
Los laicos norteamericanos est¨¢n acostumbrados a pensar por su cuenta; la religi¨®n es para ellos un asunto puramente personal, y rechazan la intromisi¨®n de su iglesia en sus dormitorios o en sus vidas privadas. Su ¨ªndice de cumplimiento del precepto dominical y asistencia a la iglesia es superior al de cualquier otro pa¨ªs, pero s¨®lo un 29% cree que es pecado el sexo premarital; ¨²nicamente el 24% admite la inmoralidad del control de natalidad, y un exiguo 14% estima que el aborto debe ser ilegal en cualquier circunstancia.
Las mujeres protestan
La oposici¨®n de Roma al matrimonio de los sacerdotes y a que los divorciados vuelvan a casarse por la Iglesia es tambi¨¦n fuente de discordia. Pero, sobre todo, Roma ha topado con las mujeres estadounidenses. En una sociedad en la que la igualdad de la mujer se ha llevado m¨¢s lejos que en ninguna otra, la negativa a permitir su acceso al sacerdocio enfrenta frontalmente a Juan Pablo II con las norteamericanas. La condici¨®n de segundonas que la Iglesia cat¨®lica reserva para las f¨¦minas alimentar¨¢ la mayor parte de las protestas p¨²blicas contra el viaje papal.A esta grey que practica lo que estima correcto en conciencia sin importarle los pronunciamientos romanos le corresponden unos pastores que, para consternaci¨®n del Vaticano, se limitan en muchas ocasiones a ofrecer consejo individual respetando las conciencias de los cat¨®licos.
Esta realidad ha obligado en los ¨²ltimos meses a la intervenci¨®n directa de Roma en los asuntos de la Iglesia norteamericana, imponiendo una disciplina dif¨ªcilmente aceptada que ha provocado tensiones entre la poderosa Conferencia Episcopal de Estados Unidos y el Vaticano.
?stas son las principales advertencias dirigidas ¨²ltimamente por Juan Pablo II a los cat¨®licos de Estados Unidos: prohibici¨®n de ejercer su magisterio en la universidad Cat¨®lica de Washington al te¨®logo cat¨®lico Charles Curran por su supuesta disidencia en materia de moralidad sexual; suspensi¨®n parcial de sus funciones al arzobispo de Seattle, Raymond Hunthausen, conocido por su pacifismo antinuclear y por ir demasiado lejos en el tratamiento de los divorciados, homosexuales y sacerdotes casados en su di¨®cesis, aunque, finalmente, su autoridad fue restaurada por Roma; y represi¨®n de 24 monjas que firmaron un anuncio publicado en The New York Times cuestionando la doctrina cat¨®lica sobre el aborto.
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