Revive la leyenda negra de la conquista espa?ola
El cat¨¢logo de una exposici¨®n crea en la RFA una pol¨¦mica sobre la colonizaci¨®n de Am¨¦rica
Una vasta exposici¨®n sobre el arte precolombino y la colonizaci¨®n espa?ola del Nuevo Continente, Oro y poder, formada en su mayor parte por fondos de Museo de Am¨¦rica de Madrid, ha abierto un ¨¢cido debate, con implicaciones diplom¨¢ticas, en la Rep¨²blica Federal de Alemania. Diversos diarios y revistas de este pa¨ªs han recogido la discusi¨®n hist¨®rica suscitada, que ha sacado de nuevo a la luz las tenebrosas afirmaciones sobre la conquista espa?ola hechas hace cuatro siglos por Bartolom¨¦ de las Casas, que la historiograf¨ªa parec¨ªa haber superado ya.
La muestra Oro y poder fue exhibida en primer lugar en Viena y posteriormente en Budapest, con un cat¨¢logo de m¨¢s de 400 p¨¢ginas que hab¨ªa sido elaborado con colaboraci¨®n y supervisi¨®n de la parte espa?ola.La idea de organizarla surgi¨® cuando el madrile?o Museo de Am¨¦rica entr¨® en obras: para dar salida a los fondos, sus responsables se pusieron en contacto con el profesor Hans Mayr, de la Haus der Kunst de Viena, que mont¨® la exposici¨®n original en esa sala y acord¨® con las autoridades espa?olas su posterior paso por Budapest y m¨¢s tarde por Colonia y M¨²nich.
La directora del Museo Etnogr¨¢fico Rautenstrauch-Joest de Colonia, Gisela V?gler, comisaria de la muestra para aquella ciudad, acord¨® con Magdalena Huber-Ruppel, directora de la Haus der Kunst de M¨²nich, sala que posteriormente habr¨ªa de acoger la muestra en la capital b¨¢vara, que el cat¨¢logo inicial era demasiado voluminoso, y que editar¨ªan una gu¨ªa abreviada m¨¢s accesible por precio y contenido. V?gIer encarg¨® la gu¨ªa a un grupo de estudiantes del Instituto Etnol¨®gico de Colonia, en cuyos criterios hist¨®ricos parece estar el origen de este revuelo.
El folleto recog¨ªa las tesis sobre la conquista espa?ola del padre Bartolom¨¦ de las Casas, que dio a la colonizaci¨®n un tinte sangriento, luego utilizado en Europa para desacreditar a la monarqu¨ªa espa?ola.
Paneles incendiarios
El embajador espa?ol en la RFA, Eduardo Foncillas, lleg¨® a la sala de Colonia el pasado 11 de abril para inaugurar la muestra y se encontr¨® con varias sorpresas: "Fui una hora antes para ver la exposici¨®n y me hall¨¦ frente a unos paneles incendiarios. Luego le¨ª la gu¨ªa abreviada que hab¨ªan preparado y mont¨¦ en c¨®lera. Como embajador, no pod¨ªa permitir el vilipendio y la tergiversaci¨®n hist¨®rica reflejada a trav¨¦s de una gu¨ªa hecha por estudiantes".El embajador se enfrent¨® a Gisela V?gIer y le expuso que se hab¨ªa incumplido el contrato, que Espa?a no pod¨ªa patrocinar esa versi¨®n de la historia y que no estaba dispuesto a permitir que lo ocurrido se repitiera en M¨²nich. "Ella me amenaz¨® con desatar una campa?a de prensa, y entonces s¨ª que me indign¨¦. De ,acuerdo con el Ministerio de Cultura, dije de viva voz y por carta a la directora de la Haus der Kunts de M¨²nich que si no se suprim¨ªan la gu¨ªa y los paneles, retirar¨ªamos la exposici¨®n", a?ade.
A partir de entonces, y durante los meses de junio, julio y agosto, el tema ha aparecido con frecuencia en la Prensa alemana. Cuando la directora de M¨²nich decide finalmente retirar el folleto, el diario Frankfurter Rundschau habla de "reverencia ante la Corona espa?ola" y de "tutela pol¨ªtica de la exposici¨®n por parte del embajador".
Otros se explican las reacciones y la tinta vertida en torno al asunto por la solidaridad que los alemanes sienten hacia los pueblos del Tercer Mundo, y tambi¨¦n por cierta actitud de la conciencia germana en una ¨¦poca de revisi¨®n del pasado.
"De las Casas era un fan¨¢tico propenso a exageraciones, aunque lo que dice se toma como moneda de uso corriente en Alemania. Se tiende a juzgar la historia desde la atalaya moral de nuestro ilustre siglo XX. Entiendo bien que los espa?oles se hayan indignado con algunos b¨¢varos", manifest¨® a la revista Stern el profesor Felix Becker, del departamento de Historia Iberoamericana de la universidad de Colonia.
Por su parte, Magdalena Huber-Ruppel, directora de la sala b¨¢vara, declaraba hace unos d¨ªas en su despacho: "Nunca hubi¨¦ramos cedido a las presiones, pero hab¨ªamos invertido un cuarto de mill¨®n de marcos (unos 17,5 millones de pesetas) y no nos qued¨® otro remedio. Creo que se ha usado el poder del oro, parad¨®jicamente. Para el pr¨®ximo 17 de septiembre hemos convocado un debate p¨²blico con especialistas de Europa y Am¨¦rica. En esta casa, que fue fundada por Hitler, nos interesa encontrar la verdad de la historia. Queremos que venga un especialista espa?ol, pero no encontramos a ninguno que hable alem¨¢n".
Los p¨¢rrafos conflictivos
La controvertida gu¨ªa abreviada de Colonia, de la exposici¨®n Oro y poder, que tiene 24 p¨¢ginas y un precio de ocho marcos y medio (600 pesetas), repite afirmaciones que la mayor¨ªa de los historiadores actuales no suscriben y que en su mayor¨ªa provienen de Bartolom¨¦ de las Casas.Bajo el ep¨ªgrafe Espa?a en el siglo XV. Antes del Nuevo Mundo, se dice: "Los convertidos, y tambi¨¦n los cat¨®licos, eran v¨ªctimas de la Inquisici¨®n, siendo torturados, quemados, ahogados o expulsados. Sus propiedades iban a parar a los bolsillos de la Iglesia o de los Reyes".
En el cap¨ªtulo dedicado a la conquista (bajo el t¨ªtulo Las almas para Dios y la tierra para el rey), entre otras cosas, se afirma: "Los hombres como Hern¨¢n Cort¨¦s y Francisco Pizarro, seguros de su superioridad, enfebrecidos por el oro y el poder, del que hab¨ªan carecido en tiempos anteriores, esclavizaron en su conquista a los indios infieles, destruyeron sus obras y asesinaron a los que se resistieron. A su paso dejaron la miseria y la enfermedad (...). Se eval¨²a que entre 1519 y 1605 la poblaci¨®n india del virreinato de Nueva Espa?a disminuy¨® de 20 a un mill¨®n de personas".
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