C¨®mo evitar una guerra accidental

El acuerdo suscrito el martes por EE UU y la URSS para reducir los riesgos de una guerra nuclear por accidente permitir¨¢ afrontar con m¨¢s datos los peligros de cat¨¢strofes y amenazas terroristas y evitar rnalentendidos capaces de desencadenar una conflagraci¨®n nuclear entre las dos superpotencias.

La creaci¨®n de los denominados centros de crisis en Washington y Mosc¨² -una idea avanzada por primera vez en 1983 por los senadores Sam Nunn, dem¨®crata, y John Warner, republicano podr¨ªa haber desempe?ado un papel importante en casos corno el accidente en la planta nuclear de Chernobil en 1986, el derribo por parte sovi¨¦tica de un avi¨®n comercial surcoreano en 1983 o un suceso ocurrido en 1979, cuando un sat¨¦lite norteamericano detect¨® un misterioso fen¨®meno atmosf¨¦rico que bien pudo haber sido consecuencia de una prueba nuclear realizada por Sur¨¢frica.

Los dos centros estar¨¢n dirigidos ininterrumpidamente por personal militar, t¨¦cnicos y diplom¨¢ticos, con el objetivo de eliminar los riesgos de guerra debidos a accidente, malentendidos o errores de c¨¢lculo, seg¨²n afirma el tratado suscrito por los jefes de la diplomacia norteamericana y sovi¨¦tica, George Shultz y Edvard Shevardnadze.

Sat¨¦lites de ambos pa¨ªses abrir¨¢n r¨¢pidos canales de comunicaci¨®n por facs¨ªmile entre los dos centros y podr¨¢n tambi¨¦n transmitir mapas, planos t¨¦cnicos y diagramas entre el personal de uno y otro punto, que se reunir¨¢ al menos una vez al a?o.

El acuerdo s¨®lo requiere que cada parte notifique a la otra las pruebas de lanzamiento de misiles bal¨ªsticos, pero los senadores Nunn y Warner, presentes en la firma del tratado, conf¨ªan que haya intercambios de datos m¨¢s importantes, como por ejemplo planes de contingencia.

El acuerdo no especifica la localizaci¨®n de los centros de crisis. El secretario de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger, quiere albergarlo en el Pent¨¢gono, en contra de la opini¨®n de algunos que lo prefieren en la Casa Blanca.