Traici¨®n
Como criticar a ministros suena a viejo periodismo, la alternativa consiste en criticar a esos intelectuales que no critican a los ministros por lo del famoso pesebre. Es un insistente y audaz ejercicio de redacci¨®n. ?D¨®nde est¨¢n los intelectuales de anta?o? Buena pregunta, s¨ª, se?or. La cultura judeocristiana, desde mucho antes del entierro de Sartre, no hace m¨¢s que preguntarse por el paradero del intelectual. Incluso por la validez de esa figura literaria, y nunca mejor dicho. La diferencia est¨¢ en saber desde d¨®nde se vapulea al intelectual.Por ah¨ª fuera lo ponen a parir por sus decimon¨®nicos desconocimientos, porque todav¨ªa confunde el espacio del poder con el frufr¨² pol¨ªtico, por analfabeto cient¨ªfico, por chovinista, menorero cultural y manipulador de los mass-media. Sobre todo, por impostor. Pero resulta que por este Sur con tendencia a orientalizar atacan al intelectual porque el tipo no ataca ministros. Si no entiendo mal, lo que delata su clamoroso silencio no es sequ¨ªa de ideas, perplejidad, incultura, impostura, sino el pavor de que el PSOE los tache de la lista de conferenciantes del BUP, el deseo de un premio literario, la subvenci¨®n de Solana, esos canap¨¦s de la Moncloa. No hostigan al intelectual por la blandura de su pensamiento, es que son blandos con los ministros. No est¨¢n mudos por la aplastante complejidad de la ciencia, los enmudece Cosculluela, Croissier o Almunia. Traicionan el compromiso sartreano por un canap¨¦ de Felipe, se venden por una charleta de BUP, dimiten de pensar con tal de no pedir la dimisi¨®n de Barrionuevo. Cuesta creer en la existencia de seres tan amedrentados, a tan bajo precio y por tales chorradas pol¨ªticas. Pero as¨ª es como los retratan esos audaces art¨ªculos. La verdad es que yo cre¨ªa que las cosas estaban mucho peor. Lo malo ser¨ªa que no estuvieran a la altura cultural de los tiempos. Ahora bien, si el drama es que callan por temor a molestar a esos chicos fanatizados por el PIB y la inflaci¨®n, pues a ver si llegan pronto los ministros de Su¨¢rez o Mancha para recuperar a los intelectuales.
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