"Mi vida est¨¢ en el teatro", dice Carla Fracci
La primera bailarina de la Scala de Mil¨¢n act¨²a por primera vez en Madrid
Carla Fracci, prima ballerina de la Scala de Mil¨¢n, actu¨® anoche por primera vez ante el p¨²blico madrile?o en los ballets Las s¨ªlfides, con coreograf¨ªa de Fokine, y Raymonda divertimento, con coreograf¨ªa de Petipa. "Mi vida est¨¢ en el teatro", dice Fracci, que hoy ofrecer¨¢ su segunda y ¨²ltima representaci¨®n con el Ballet del Teatro L¨ªrico Nacional de la Zarzuela. La bailarina ofrece una imagen fr¨¢gil y accesible. La palabra responsabilidad es una constante en sus opiniones sobre su carrera y el mundo de la danza.
Fracci, empe?ada desde hace tiempo en la divulgaci¨®n de la danza por los teatros italianos, recuerda que en sus comienzos "el baile era un descubrimiento". Con el paso del tiempo ese descubrimiento "se ha convertido en una responsabilidad y en una exigencia que siempre se mantiene. Es necesario mantener el entusiasmo de los primeros a?os junto a la responsabilidad que ha ido creciendo. Con los a?os, el esfuerzo es m¨¢s mental que f¨ªsico: hay que encarar el propio trabajo con seriedad, hay que intentar que no triunfe la rutina y el p¨²blico advierta que se trata de un ejercicio mec¨¢nico. Hay que conseguir que todo est¨¦ perfecto y al mismo tiempo vivo".Ante la pregunta de si esa lucha por el entusiasmo, por derrotar a la rutina, no se parece a la lucha que hay que sostener en el interior de un matrimonio, ella revela que su marido, director de escena, se ha convertido en uno de sus m¨¢ximos apoyos.
"Fue un encuentro al mismo tiempo humano y art¨ªstico", relata Fracci. "Sobre todo somos seres humanos. La experiencia de una vida y de una responsabilidad se transfiere al propio trabajo. Es fundamental no perder el sentido de la propia dimensi¨®n y la humildad". Fracci tiene un hijo que estudia en el Liceo Cient¨ªfico, y aunque le gusta el teatro, no cree que se vaya a dedicar al arte. "No pienso dramatizarle". Vuelve a referirse a la responsabilidad cuando asegura que es dif¨ªcil ser madre y bailarina al mismo tiempo.
Volver a nacer
Sobre su manera de trabajar, Fracci defiende que el bailar¨ªn no se a¨ªsle del entorno. Ella prefiere integrarse en las compa?¨ªas en las que baila, cuando le resultar¨ªa mucho menos arriesgado acudir con su propio partenaire.En Las s¨ªlfides, que se representa en el madrile?o teatro de La Zarzuela, bailar¨¢ con Ricardo Franco, Arantxa Arg¨¹elles, Carmen Par¨ªs y Mar¨ªa Luisa Ramos. En Raymonda divertimento tendr¨¢ como pareja a Ra¨²l Tino.
Cree Fracci que el programa le permitir¨¢ al p¨²blico apreciar su arte, aunque la estancia -dos d¨ªas- sea muy breve. "Estoy muy contenta de trabajar con una compa?¨ªa de bailarines j¨®venes y entusiastas", dice. Mientras que en Las s¨ªlfides, con m¨²sica de Federico Chopin instrumentada por Alexander Glazunov y Maurice Keller y coreograf¨ªa de Michel Fokine, la t¨¦cnica apenas se percibe, "no se muestra", en Raymonda divertimento, con m¨²sica de Alexander Glazunov y coreograf¨ªa de Marius Petipa, la t¨¦cnica, subraya Fracci, "es m¨¢s obvia".
"Si volviera a nacer, volver¨ªa a ser bailarina", se?ala Fracci. "Mi vida est¨¢ en el teatro. Es un trabajo capaz de entusiasmar como ning¨²n otro. Es muy bello el contacto entre la vida y el artista, te ayuda a continuar. El amor del p¨²blico es importante, aunque a veces es dif¨ªcil, porque la responsabilidad pesa. Si no puedo hacer Giselle, ser¨¦ la madre de Giselle". Recuerda con afecto la producci¨®n de esta obra en la que ella era protagonista y en la que Margot Fontaine interpretaba el papel de madre. Fontaine hab¨ªa dado vida antes, cuando era m¨¢s joven, al personaje de Giselle.
Fracci se considera una bailarina rom¨¢ntica, pero observa que le estimula ampliar su repertorio, conjugar papeles rom¨¢nticos y dram¨¢ticos. "Me gustan las nuevas experiencias". Acerca del equilibrio entre la t¨¦cnica y la emoci¨®n, la primera bailarina de la Scala afirma que es preciso "tener la danza en la cabeza". Es necesario "saber qu¨¦ quiere uno decir mediante la expresi¨®n. La t¨¦cnica cambia seg¨²n los papeles, cada personaje necesita una dosis diferente de estilizaci¨®n. Pero no basta con que la interpretaci¨®n sea correcta, cada funci¨®n debe ser nueva, que el espectador note que lo que pasa en el escenario es algo vivo".
Hero¨ªna rom¨¢ntica
Carla Fracci, conocida en Espa?a por su interpretaci¨®n de Giuseppina Streponi, la mujer de Verdi, en la serie emitida por Televisi¨®n Espa?ola (la producci¨®n volver¨¢ a las pantallas de televisi¨®n a partir del pr¨®ximo d¨ªa 26), naci¨® en Mil¨¢n y comenz¨® sus estudios en la Escuela de Ballet de la Scala. En 1954 entr¨® a formar parte de la compa?¨ªa titular del teatro milan¨¦s. Hace 29 a?os alcanz¨® el grado de prima ballerina.Sus mayores ¨¦xitos los ha logrado Fracci como hero¨ªna rom¨¢ntica, y ella reconoce una especial predilecci¨®n por esos papeles. Ha actuado en m¨¢s de 150 ballets diferentes. Giselle, culminaci¨®n del ballet rom¨¢ntico, lo ha bailado m¨¢s de 250 veces en versi¨®n completa. Copelia lo ha interpretado en m¨¢s de 100 ocasiones, y, con mucha frecuencia, los ballets La bella durmiente, Romeo y Julieta y La cenicienta.
Su imagen est¨¢ en consonancia con esa inclinaci¨®n. Tanto en los ensayos con la compa?¨ªa del Ballet del Teatro L¨ªrico Nacional como en los camerinos del teatro de la Zarzuela sus movimientos parecen responder a una inquietud adolescente. Adem¨¢s de en la Scala, Fracci ha bailado con el American Ballet Theatre, y protagoniz¨® la versi¨®n filmada de Giselle en la producci¨®n de este ballet norteamericano. Tambi¨¦n intervino en la pel¨ªcula Njinsiki, dirigida por Herbert Ross en 1980, donde interpretaba en papel de Tamara Karsavina.
Babelia
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