Peres, debilitado, busca el apoyo de Mosc¨² y Washington

El ministro israel¨ª de Asuntos Exteriores, Sim¨®n Peres, se entrevist¨® ayer en Nueva York con el secretario norteamericano de Estado, George Shultz, y hoy lo har¨¢ con el jefe de la diplomacia sovi¨¦tica, Edvard Shevardnadze, con el objetivo proclamado de promover la convocatoria de una conferencia internacional de paz sobre Oriente Pr¨®ximo.

Sin embargo, Shultz y Shevardnadze son conscientes de que el ministro tiene plomo en sus alas. Peres carece de plenos poderes de su Gobierno para efectuar una negociaci¨®n concreta sobre la conferencia. El primer ministro israel¨ª, Isaac Shamir, se opone abiertamente.

Todo ello hace que Peres se presente ante sus interlocutores m¨¢s o menos paralizado por las disensiones en el Gabinete. A esta situaci¨®n parad¨®jica se suma el hecho de que Peres ser¨¢ probablemente acogido con m¨¢s inter¨¦s por el ministro sovi¨¦tico que por el secretario norteamericano de Estado.

En un momento en que se inicia la campa?a presidencial en EE UU, la Administraci¨®n republicana del presidente Ronald Reagan se muestra menos partidaria que nunca de intervenir en una controversia interna israel¨ª, ya que las repercusiones negativas en el seno de la comunidad jud¨ªa norteamericana pueden costarle votos al futuro candidato republicano a la presidencia.

Adem¨¢s, Washington no tiene inter¨¦s aparente en alterar el estado actual del conflicto ¨¢rabe-israel¨ª mediante una conferencia internacional en la que la URSS ser¨ªa, inevitablemente, llamada a desempe?ar un papel importante, al igual que Estados Unidos.

La influencia sovi¨¦tica en la regi¨®n saldr¨ªa reforzada, incluso si los negociadores no logran nada y no emerge ning¨²n acuerdo de esa conferencia.

Contra el inmovilismo

Expertos del Departamento norteamericano de Estado ponen en guardia contra el inmovilismo de una pol¨ªtica de espera, y comparten la opini¨®n de Peres y la del presidente egipcio, Hosni Mubarak, de que "la ausencia de un movimiento en favor de la paz desencadenar¨¢, tarde o temprano, un proceso que conduzca hacia una nueva guerra ¨¢rabe-israel¨ª".Otros analistas norteamericanos son de la opini¨®n de que est¨¢ lejos el peligro de guerra y que s¨®lo puede venir por parte de Siria, aunque el presidente sirio, Hafez el Asad, es un dirigente demasiado pragm¨¢tico y prudente para lanzarse solo, y en una posici¨®n de inferioridad militar, en una aventura contra Israel.