Terry Venables,

destituido ayer como entrenador del Bar?a, era anteanoche -cuando N¨²?ez ya hab¨ªa decidido relevarle- la persona m¨¢s buscada por la Prensa de Barcelona. Ante la posibilidad de que regresase de Londres en un vuelo nocturno, se congregaron en el aeropuerto de El Prat medio centenar de fot¨®grafos y reporteros. En un momento determinado la voz de un enterado se levant¨® para decir que Venables eludir¨ªa el cerco saliendo por la puerta de personalidades. Todos fueron hacia all¨ª. Unos minutos despu¨¦s, en medio de la m¨¢xima expectaci¨®n se abri¨® aquella puerta y apareci¨®... Jordi Pujol, que regresaba de Eslovenia. Su sorpresa por la multitudinaria acogida -inusitada para este tipo de regresos oficiales- fue id¨¦ntica a la de quienes esperaban. Pero enseguida la misma voz de antes aplast¨® el equ¨ªvoco: "?Ah, no es ¨¦l!. Seguro que saldr¨¢ por otro sitio". Y la multitudinaria troupe sali¨® disparada hacia otro lugar.