Un comunicador llamado Peter Gabriel

El concierto de ayer en Madrid del artista brit¨¢nico de 37 a?os, Peter Gabriel, pasar¨¢ a la memoria del aficionado madrile?o. Gabriel apareci¨® las 22.10 horas con los compases de teclados y percusi¨®n de San Jacinto. La figura del protagonista, vestida de cazadora blanca y pantal¨®n negro, se rode¨® siempre de un sistema m¨®vil de iluminaci¨®n por gr¨²as, que entraba en el juego teatral del personaje en cada tema. Era un sistema asombroso, m¨¢gico, que alumbraba el cuerpo y sobre todo las manos expresivas de Gabriel, coordinado en todo momento con su entorno sonoro y visual."Esta canci¨®n se llama Red rain", fueron sus primeras palabras en castellano. Interpret¨® la pieza a voz y teclados en un ritmo m¨¢s acelerado que en el disco, una pauta de variaci¨®n, de tratamiento que se repiti¨® en el repertorio en vivo. En Red rain ya se comprob¨® que las ¨²ltimas canciones, las de So, son ya himnos populares. Y sigui¨®: "esta canci¨®n trata de celos, se llama Shock the monkey", y la interpret¨® con su voz todopoderosa, eso s¨ª, tratada, magnificada, con un micr¨®fono inal¨¢mbrico incorporado a su cabeza para as¨ª moverse y danzar a sus anchas, para interpretar. Sus saltos, sus movimientos estaban medidos con los de sus m¨²sicos, instrumentistas impecables en energ¨ªa y virtuosismo que saben entregarse al divertimiento, ser part¨ªcipes de la coreograf¨ªa. En un momento present¨® la canci¨®n Family snapshot y ante un error de pronunciaci¨®n -confundi¨® hombre con horno en italiano-, se peg¨® un cachete simp¨¢tico en su carrillo, al querer explicar que un hombre se hab¨ªa visto obligado a robar a otro seg¨²n el libro Diario de un asesino.

Peter Gabriel es un artista polifac¨¦tico, humilde, c¨¢lido y sonriente, cuya m¨²sica registrada es una banda sonora, elemento adicional al conjunto del espect¨¢culo, y cuya manera de actuaci¨®n en directo alcanza el nivel ¨®ptimo de imaginaci¨®n y de captaci¨®n del ¨¢nimo de los asistentes. El montaje sonoro de la banda de Gabriel ret¨® y super¨® el ¨²nico inconveniente de la velada, la mala adecuaci¨®n ac¨²stica del lugar, desventaja ya conocida por todos, que ni m¨²sicos ni espectadores quisieron advertir.

V¨ªctimas en Nicaragua

El tema Games whithout frontiers, lo present¨® tambi¨¦n en castellano: "Esta canci¨®n trata de algo que ya hab¨ªamos visto en Espa?a, en Inglaterra y ahora en Am¨¦rica. Est¨¢ dedicada a 43.000 v¨ªctimas innecesarias en Nicaragua". El entusiasmo fue a¨²n mayor y la representaci¨®n dram¨¢tica alcanz¨® m¨¢xima emotividad en No self control Se arrodill¨® y se arrastr¨® bajo los focos en la balada Merpy street y present¨® a los cinco m¨²sicos, situados en fila ante el p¨²blico, en This is the picture. Los cinco bailaron al alim¨®n. Es dif¨ªcil recordar una emoci¨®n tan calurosa en un concierto, como en aquellos momentos de Solsbury.Hill, que fueron seguidos por Lay your hands on me donde Gabriel se dej¨® caer de espaldas al p¨²blico.Yourssour N'Dour, el m¨²sico senegal¨¦s que hab¨ªa actuado previamente retorn¨® al escenario para acompa?ar a Gabriel a la voz y a. la danza en Your eyes y en Bico. Yourssour N'Dour es una voz africana ya universal gracias al apoyo de su admirador-maestro, Gabriel. Las guitarras de su banda alegran el ritmo creado por bongos, maracas y bater¨ªas. Sus cantos tribales evolucionados alcanzaron al coro p¨²blico, que imit¨® las interjecciones f¨¢ciles -eh, eh, oh, ah, ah- Es una m¨²sica contempor¨¢nea, popular, abierta, que conecta sin dificultad con los h¨¢bitos musicales occidentales.