Adam Schaff: "La clase trabajadora est¨¢ condenada a desaparecer"
El pensador marxista estima que los pa¨ªses del 'socialismo real' pierden la carrera hacia el siglo XXI
Adam Schaff, uno de los m¨¢ximos pensadores del marxismo de nuestro tiempo, asegura que el mundo se encuentra en una encrucijada hist¨®rica, que "la clase trabajadora est¨¢ condenada a desaparecer" y que los pa¨ªses del socialismo real "han perdido la gran guerra en la carrera hacia el siglo XXI". El fil¨®sofo polaco aprecia los esfuerzos de modernizaci¨®n del r¨¦gimen sovi¨¦tico, pero no es optimista. "Me gustar¨ªa que la URSS lo consiguiera", dice, "pero lo dudo mucho". Para Schaff, Gorbachov no es el art¨ªfice de la nueva tendencia, pero s¨ª el s¨ªmbolo.
Nacido en 1913 en la ciudad polaca de Lvov, hoy en territorio sovi¨¦tico, Adam Schaff ocup¨® cargos importantes en el Partido Obrero Unificado de Polonia en la posguerra, hasta que, como jud¨ªo, sufri¨® la ola de antisemitismo que sacudi¨® al pa¨ªs en la ¨²ltima fase del mandato de Oskar Gomulka. En una larga conversaci¨®n con EL PA?S, Schaff expone su visi¨®n de la sociedad futura desde su ¨®ptica marxista, lejos de todo dogmatismo. ?ste es un resumen de sus palabras."Gorbachov no es el art¨ªfice de esta nueva tendencia en la URSS, y esto es bueno. De haberlo sido, se correr¨ªa de nuevo el peligro de un culto a la personalidad, cuyas consecuencias ya conocimos. Gorbachov es un s¨ªmbolo de estos cambios, y, sin embargo, ¨¦stos a¨²n son superficiales. Incluso si ahora se realiza la rehabilitaci¨®n de las v¨ªctimas del terror estalinista, lo decisivo est¨¢ a¨²n por hacer. Los cambios son muy, muy dif¨ªciles; empiezan con la reforma interior del partido".
"Lo importante, lo sintom¨¢tico, es que en todos estos pa¨ªses, en socialismos distintos, en la URSS y China, en Yugoslavia y en Polonia, se produce simult¨¢neamente una crisis que es b¨¢sicamente econ¨®mica. Estas sociedades que se cre¨ªan que las econom¨ªas planificadas estaban a salvo de las crisis se ven todas al mismo tiempo inmersas en una muy profunda y no saben qu¨¦ hacer. Y las propuestas de algunos, como Aganbegian y Zazlavskaya (asesores econ¨®micos de Gorbachov), me parecen vergonzantes. De repente descubren el mercado, cuando en los pa¨ªses capitalistas del mercado libre se perciben cada vez m¨¢s sus limitaciones".
"La segunda debilidad de estas reformas es que se intentan separar sus aspectos pol¨ªticos y econ¨®micos, en una actitud claramente antimarxista. Cierto es que la oposici¨®n a las reformas es muy fuerte. Estas sociedades tienen los pies metidos en bloques de hormig¨®n. El fundamento del mal es la burocracia, esa inmensa fuerza social negativa. Pero hoy hemos llegado a un punto en que el socialismo real no puede seguir como hasta ahora. Si no, vamos hacia la cat¨¢strofe".
"Para entender el problema de los pa¨ªses socialistas tenemos que analizarlo en el contexto general de las consecuencias pol¨ªticas de la segunda revoluci¨®n industrial, la revoluci¨®n tecnol¨®gica. Quien niegue el per¨ªodo revolucionario que estamos viviendo no puede entender nada. Estamos en un punto de ruptura hist¨®rica. Todos estamos dentro. Es la revoluci¨®n de la microelectr¨®nica. Su primer fen¨®meno es el paro. En Occidente, declarado; aqu¨ª, encubierto. En el socialismo real hay millones de parados. Para funcionar econ¨®micamente tiene que eliminar todos estos puestos in¨²tiles de trabajo, y se le presenta el mismo problema que a las sociedades capitalistas: c¨®mo reorganizar la nueva sociedad, qu¨¦ hacer con toda esta gente".
"Dentro de 20 o 30 a?os tendremos una sociedad completamente nueva, al menos en Occidente. El peligro capital de los pa¨ªses comunistas est¨¢ en que ya hoy parece que han perdido la gran guerra que es la carrera hacia el siglo XXI. Est¨¢n tan retrasados que se hallan ya en otra ¨¦poca. Te¨®ricamente puede que sea posible hacer a¨²n algo. Pr¨¢cticamente es muy dif¨ªcil. Gorbachov es s¨®lo un epifen¨®meno de un movimiento de enorme importancia, vinculado org¨¢nicamente a la revoluci¨®n tecnol¨®gica en todo el mundo. Me gustar¨ªa que la URSS lo consiguiera, pero lo dudo mucho".
Socialismo y futuro
"En Occidente los retos son, asimismo, enormes. El paro estructural aumenta continuamente y es s¨®lo un s¨ªntoma de una situaci¨®n totalmente nueva: las consecuencias de la revoluci¨®n tecnol¨®gica. El microprocesador comenz¨® a ser aplicado industrialmente en 1975. En 11 a?os han ocurrido milagros impensables. Pronto se aplicar¨¢n los microprocesadores de la quinta generaci¨®n, y sus repercusiones a¨²n son inimaginables. Es un proceso vertiginoso y revolucionar¨¢ la existencia de la sociedad misma. Creo que la ¨²nica salida ser¨¢ la de una sociedad colectivizada. Ya no se necesita la fuerza humana para la producci¨®n. La clase trabajadora est¨¢ condenada a desaparecer. Pol¨ªticamente tendr¨¢ que cambiar asimismo; estamos viviendo una revoluci¨®n en el sentido m¨¢s marxista del tiempo. Tendremos una sociedad enormemente rica, con incre¨ªbles dificultades de adaptaci¨®n de unas estructuras pol¨ªticas y sociales no preparadas para tal cambio. Hay clases que abandonar¨¢n el escenario. La nueva sociedad no tendr¨¢ clase obrera. Tambi¨¦n la clase capitalista desaparecer¨¢. Se formar¨¢ una nueva clase: la de los propietarios de la informaci¨®n"."Yo tengo una hip¨®tesis que planteo en mi pr¨®ximo libro [se publicar¨¢ en Espa?a el verano pr¨®ximo], seg¨²n la cual ser¨¢n los partidos socialistas democr¨¢ticos occidentales, que no tienen la hipoteca del socialismo real hoy existente, los que protagonizar¨¢n este cambio".
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