El PSOE propone a los partidos la exclusi¨®n del terrorismo como materia de discusi¨®n p¨²blica

El PSOE pretende que todos los partidos nacionales asuman la necesidad de mantener "la necesaria discreci¨®n en la informaci¨®n p¨²blica del Gobierno relativa a la lucha contra el terrorismo, as¨ª como Ia oportunidad de excluir este tema de la pol¨¦mica interpartidaria", seg¨²n un documento elaborado por el secretario de organizaci¨®n, Txiki Benegas, y remitido a los representantes de los partidos, consecuencia de las reuniones mantenidas con ellos. "No cabe una negociaci¨®n con los terroristas sobre cuestiones institucionales o pol¨ªticas", porque ello legitimar¨ªa "la eficacia de la violencia", se?ala.

El texto, de cuatro folios, al que ha tenido acceso este peri¨®dico, ha sido enviado a los representantes de las fuerzas pol¨ªticas con los que el PSOE ha mantenido diversos contactos en aras de alcanzar un pacto de Estado contra el terrorismo y est¨¢ siendo objeto de an¨¢lisis por sus destinatarios, que tendr¨¢n que dar una respuesta a Txiki Benegas sobre si lo asumen o estiman conveniente enmendarlo.El ¨²ltimo de sus p¨¢rrafos est¨¢ en la l¨ªnea de las recomendaciones expuestas por el ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, el pasado julio, que tanta pol¨¦mica despertaron por entender que se pretend¨ªa evitar cualquier cr¨ªtica de los medios de comunicaci¨®n o de otros sectores a la pol¨ªtica de ese ministerio.

"Los partidos parlamentarios firmantes", dice este p¨¢rrafo, "estiman conveniente el mantenimiento de la necesaria discreci¨®n en la informaci¨®n p¨²blica del Gobierno relativa a la lucha contra el terrorismo, as¨ª como la oportunidad de excluir este tema de la pol¨¦mica interpartidaria a fin de mantener la necesaria cohesi¨®n del Gobierno y las fuerzas democr¨¢ticas en la resoluci¨®n de este problema de Estado. Por esta raz¨®n juzgan conveniente la crcaci¨®n de los mecanismos informativos adecuados que permitan la intercomunicaci¨®n del Gobierno con las fuerzas pol¨ªticas parlamentarias".

Reinserci¨®n social

En este ¨²ltimo p¨¢rrafo se rechaza "la imposici¨®n de las pretensiones pol¨ªticas de una minor¨ªa sobre la voluntad mayoritaria de los ciudadanos. Ello equivaldr¨ªa a la suplantaci¨®n de la voluntad popular y a la legitimaci¨®n de la eficacia de la violencia para alcanzar objetivos pol¨ªticos". Seg¨²n lo anterior, "no cabe una negociaci¨®n con los terroristas sobre cuestiones institucionales o pol¨ªticas, aspectos ¨¦stos reservados a la decisi¨®n democr¨¢tica de los ciudadanos a trav¨¦s de sus ¨®rganos de representaci¨®n y gobierno". Este apartado acaba con la reiteraci¨®n de que se aplicar¨¢n medidas "que puedan favorecer la reinserci¨®n social de los terroristas que abandonaran esa actividad".Despu¨¦s de consideraciones generales acerca del problema de la violencia, el documento se?ala seis puntos, que se mantienen en un plano muy gen¨¦rico, en los que todos los partidos pol¨ªticos democr¨¢ticos deben estar de acuerdo. El encabezamiento de estos apartados dice: "Los partidos pol¨ªticos parlamentarios que suscriben esta declaraci¨®n entienden que (...)".

El primer punto rechaza la utilizaci¨®n de la violencia en un sistema democr¨¢tico como el que existe en Espa?a, y afirma que esa pr¨¢ctica supone una suplantaci¨®n de la voluntad popular.

"La lucha contra el terrorismo es un deber del Estado en su conjunto y de las instituciones que lo componen, que en sus acciones y estrategia deber¨¢n velar por el mantenimiento y cumplimiento de los principios y normas que informan el Estado democr¨¢tico de derecho", dice el segundo punto.

El esfuerzo realizado por las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado en la lucha contra el terrorismo debe ser "justamente apreciado por todos los ciudadanos que aman la libertad y la convivencia pac¨ªfica".

"La mejora en la eficacia policial, especialmente en la obtenci¨®n de informaci¨®n conducente a la prevenci¨®n de actos terroristas, debe ser un objetivo prioritario de la acci¨®n pol¨ªtica, al igual que el esfuerzo de coordinaci¨®n y colaboraci¨®n entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", se lee en el apartado tercero.

Coordinaci¨®n policial

Este apartado finaliza con una referencia a la "necesidad de profundizar" en la coordinaci¨®n, colaboraci¨®n y adecuaci¨®n de las Fuerzas de Seguridad del Estado presentes en el Pa¨ªs Vasco y la polic¨ªa auton¨®mica de esa comunidad.La colaboraci¨®n internacional, as¨ª como la creaci¨®n de un espacio jur¨ªdico europeo com¨²n en la lucha contra el terrorismo, es el argumento cuarto. "Llamamos a todos los ciudadanos para que, individualmente y a trav¨¦s de las asociaciones y agrupaciones de la sociedad civil en que se integran, asuman sus responsabilidades y trabajen por la desaparici¨®n del fanatismo y la intolerancia en nuestra convivencia", se?ala la pen¨²ltima declaraci¨®n.

Benegas ha mantenido conversaciones, previas a la remisi¨®n de este documento, con dirigentes de Alianza Popular, Centro Democr¨¢tico y Social, Partido Comunista de Espa?a, Partido Dem¨®crata Popular y Partido LiberaI.

El documento comienza con una recapitulaci¨®n de lo que ha sido pol¨ªticamente la ¨²ltima d¨¦cada. Seg¨²n Benegas, transcurridos diez a?os desde las primeras elecciones democr¨¢ticas, el terrorismo es un fen¨®meno que persiste invariable en Espa?a. "M¨¢s a¨²n, ha de constatarse que las etapas en las que el desarrollo pol¨ªtico del pa¨ªs y el avance hacia cotas mayores de libertad han sido m¨¢s aceleradas han venido acompa?adas por un recrudecimiento de los hechos terroristas". Esta idea concluye con la afirmaci¨®n siguiente: "el desarrollo democr¨¢tico, por si mismo, como se observa en Espa?a y en otros pa¨ªses, no garantiza la desaparici¨®n del terrorismo que es la negaci¨®n misma de la democracia".

Antes de pasar a la afirmaci¨®n de los seis puntos citados, el documento se?ala: "las fuerzas pol¨ªticas democr¨¢ticas que, en el marco de la Constituci¨®n, defienden diferentes programas pol¨ªticos coinciden, sin embargo, en el rechazo ¨¦tico y pol¨ªtico hacia todas las manifestaciones del terrorismo y en la necesidad del m¨¢s amplio acuerdo de las instituciones y fuerzas democr¨¢ticas para conseguir su erradicaci¨®n".

"Las leg¨ªtimas discrepancias que unas y otras formaciones pol¨ªticas mantienen sobre diversas cuestiones pol¨ªticas", sigue el texto, "no pueden impedir la consideraci¨®n del terrorismo como un problema de Estado, situado por encima de los avatares de los diversos gobiernos y de las diversas opciones pol¨ªticas y que, en consecuencia, exige de una acci¨®n com¨²n del conjunto de la sociedad".