Todos los hermanos eran valientes

El western, el g¨¦nero cinematogr¨¢fico por excelencia, est¨¢ en crisis, una crisis tan profunda que parece una agon¨ªa de muerte. En estos ¨²ltimos a?os, s¨®lo el poderoso Clint Eastwood se ha atrevido a realizar uno, El jinete p¨¢lido, revisitaci¨®n de un cl¨¢sico, Ra¨ªces profundas. Los productores no conf¨ªan en un g¨¦nero que otrora fue el m¨¢s celebrado en las plateas cinematogr¨¢ficas. Forajidos de leyenda, de Walter Hill, es uno de los pocos que se han rodado desde 1975 hasta hoy.Hill adquiri¨® celebridad con Driver, un buen thriller que los excesivos honores cr¨ªticos que ha recibido han convertido en un filme de culto. Posteriormente, Hill ha demostrado ser un todo terreno que puede convertirse en un estupendo director si abandona su tendencia a dejarse llevar por su propia facilidad. Pel¨ªculas mediocres, como El gran despilfarro, o incluso impresentables, como Traici¨®n sin l¨ªmites, tienen su contrapartida en obras estimables, Los amos de la noche y Calles de fuego, y, sobre todo, su mejor pel¨ªcula, Forajidos de leyenda.

Abandonando toda tentaci¨®n nost¨¢lgica, tan de moda en el western m¨¢s reciente, dejando de lado el western crepuscular o el western desmitificador, en fin, cualquier adjetivo que pueda a?adirse al nombre del g¨¦nero, Hill realiza un western cl¨¢sico, sin m¨¢s que embellecer la puesta en escena mediante una utilizaci¨®n muy acertada de la indumentaria de los protagonistas convertida en una se?a de identidad, una valoraci¨®n m¨¢xima del paisaje espl¨¦ndidamente fotografiado y una estilizaci¨®n de los comportamientos y la acci¨®n, esforz¨¢ndose en suprimir toda referencia a la psicolog¨ªa de los personajes. Cierto que la pel¨ªcula cae en algunos momentos en un excesivo esteticismo, pero son los menos. Casi siempre, el buen pulso narrativo de Walter Hill sabe salvar este peligro.

Por lo dem¨¢s, la historia de los hermanos James y los hermanos Younger se mantiene intacta, tal como otras veces hemos admirado en la pantalla. Fragmentos de la pel¨ªcula de Nicholas Ray o Henry King vuelven a nuestra memoria a trav¨¦s de esta nueva versi¨®n, que tiene la particularidad de estar interpretada por actores que tambi¨¦n son hermanos, los Carradine, los Keach y los Quaid. Hermanos y hermanos. Una situaci¨®n ideal para mantener vivo el mito. En las ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo XX, cansados ya de tanto mito desmitificado, de tanto ¨ªdolo ca¨ªdo, puede ser m¨¢s interesante avivar los rescoldos del mito precisamente para mantenernos vivos.