"Las pel¨ªculas deben tener estilo propio, no el director", dice Richard Fleischer

"Las pel¨ªculas son las que deben tener estilo propio, no el director", afirma Richard Fleischer, autor, entre otros cuarenta y tantos filmes, de 20.000 leguas de viaje submarino (1955), con el que revolucion¨® el formato scope, y de El estrangulador de Boston (1969), para el que utiliz¨® la pantalla partida. Fleischer, sin embargo, recuerda que debe a sus inicios como documentalista y montador de im¨¢genes en peque?o formato su formaci¨®n de cineasta. El director ha acudido como invitado a la vig¨¦sima edici¨®n de Festival de Cine Fant¨¢stico de Sitges, que hoy se clausura.

Hijo del famoso animador Max Fleischer (creador de Popeye y Kokoliso), compone sus personajes de ficci¨®n a base de "observar, entre la gente y en la vida misma". Su carrera, larga, es historia del cine y, consciente de que es as¨ª, Fleischer se adapta a sus deberes de cronista oral. "La primera vez que vi utilizar la pantalla partida fue durante una exposici¨®n universal, celebrada en Montreal, no recuerdo exactamente el a?o, pero era a principios de los sesenta. Me impresion¨®. Sab¨ªa que no se hab¨ªa utilizado nunca eso en el cine comercial y pens¨¦ que de alg¨²n modo, deb¨ªa aplicarlo al proyecto que ten¨ªa entonces: El estrangulador de Boston. La idea ofrec¨ªa dos ventajas. Por un lado, permit¨ªa explicar, simult¨¢neamente, escenas sucedidas en lugares distintos, pero en el mismo momento. Y, por otro lado, significaba la posibilidad de tratar una misma secuencia desde distintos puntos de vista"."Cuanta mayor informaci¨®n pueda incluirse en un plano, mejor funcionar¨¢", afirma Fleischer al referirse a sus logros con el formato scope. En contra de la opini¨®n generalizada entonces, el cineasta vino a demostrar con 20.00 leguas de viaje submarino que tambi¨¦n el scope permit¨ªa el plano corto: "Se trataba de filmar como siempre, s¨®lo pensando que, como ocurre en pintura, un mayor lienzo permite realizar un cuadro mayor e incluir una informaci¨®n m¨¢s detallada".

Aunque parezca una paradoja, quien ha conseguido realizar algunos de los mejores y m¨¢s caracterizados thriller y de aventuras afirma: "Nunca he intentado tener un estilo propio. Son las pel¨ªculas las que deben tener estilo. Yo me adapto al estilo que necesita la pel¨ªcula y no soporto a quienes se sit¨²an ellos por encima de sus propios filmes".

Y es que Fleischer aprendi¨® a hacer cine por una v¨ªa un tanto an¨®nima: durante tres a?os trabaj¨® para la realizaci¨®n y montaje de noticiarios.

Fleischer siempre se ha interesado por "describir minuciosamente la personalidad" de sus hombres de ficci¨®n. Ni demasiado buenos, ni excesivamente malos, fuertes y vulnerables a un mismo tiempo, solitarios casi siempre. Estudi¨® psicolog¨ªa antes de interesarse por el cine y el teatro: "Pero no s¨¦", admite, "si quise estudiar el hombre porque, de hecho, ya me interesaba antes por ¨¦l. Qu¨¦ es antes ?el huevo o la gallina?".