Carta abierta a Antonio Saura
(Sobre la depredaci¨®n como medio alternativo de subsistencia)
El grupo de pintores El Paso, formado entre 1957 y 1960 por Canogar, Feito, Millares, Rivera, Saura, Viola y otros artistas, cumple 25 a?os. Con motivo del aniversario de este conjunto de artistas e intelectuales que dieron proyecci¨®n internacional al arte espa?ol, la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo organiz¨® un seminario en Cuenca, el pasado mes de septiembre, titulado Reencuentro con El Paso, dirigido por Antonio Saura. La viuda del pintor Manolo Millares cuestiona en este art¨ªculo el protagonismo de Antonio Saura en la gestaci¨®n, actividades y desaparici¨®n de El Paso.
No s¨¦ si Antonio Saura es consciente del verdadero significado de la verg¨¹enza zool¨®gica, pero puedo decirle desde aqu¨ª que verg¨¹enza zool¨®gica es justamente lo que padezco cada vez que ¨¦l abre la boca para hablar de El Paso o cada vez que alguien la abre en su nombre.No es que yo crea muy firmemente en la justicia de la historia ni en la historia de la justicia, pero hay en m¨ª un extra?o mecanismo, no muy racional por cierto, que se me dispara cada vez que alguien trata de tergiversar unos hechos (en este caso, la fundaci¨®n, vida y desaparici¨®n de El Paso) de los que fui testigo presencial. Sobre todo cuando el inter¨¦s de esta manipulaci¨®n est¨¢ directamente ligado a la utilizaci¨®n particular con fines no nebulosos precisamente.
Cuando un subproducto de Luis XIV aparece hoy y nos dice, sin ning¨²n pudor, no aquello de "el Estado soy yo", sino aquello otro de "yo soy El Paso", uno se pregunta inmediatamente a qu¨¦ demonios se estar¨¢ jugando. Y a lo que se est¨¢ jugando es a aquel juego predilecto de mentes m¨¢s ligadas a oscurantismos savonar¨®licos de nuestro pasado que a la Espa?a que pretendemos representar hoy: al juego de miente, miente, que algo queda. Pero, verdaderamente, ?queda algo?
No nos equivoquemos, amigo m¨ªo. Tu obra no va a ser a¨²n mejor, ni todav¨ªa peor de lo que es en realidad, por intentar adjudicarte papados y atribuciones que no te pertenecen en exclusiva. Como no te pertenecen ni la verdad, ni el tiempo, ni el espacio en el que todos nos movimos. S¨®lo la obra, la obra solamente despojada de toda hojarasca, es lo que perdurar¨¢, si perdura.
Y a pesar de tu ir¨®nico desprecio sistem¨¢tico hacia la obra de los dem¨¢s componentes del grupo y a tu obsesi¨®n depredadora hacia cuanto te rodea y no lleva tu cu?o (y aqu¨ª incluyo el Museo de Arte Abstracto de Cuenca), ha sido la obra de todos los miembros de? grupo El Paso lo que le dio en mayor medida la categor¨ªa que tiene. No voy a caer aqu¨ª en la tentaci¨®n de hacer historia ni de enumerar las actividades organizadoras de Manolo Millares en los a?os cincuenta, antes de su venida a Madrid.
Pero el que se intente silenciar su labor y entusiasmo dentro de El Paso es tan mezquino en un sentido como rid¨ªculo en otro. Recuerdo que el mismo Manolo hizo alusi¨®n alguna vez a aquella frase: "Los perros ladran, se?al de que cabalgo". S¨®lo que ahora hace m¨¢s de 15 a?os que Manolo Miralles ya no cabalga. Y, sin embargo, hay a lo menos un perro que sigue ladrando.
El oportunismo dentro del grupo no fue m¨¢s utilizado por los dem¨¢s que lo fuera por ti mismo. Y ni siquiera Luis Gonz¨¢lez Robles, comisario entonces de las exposiciones internacionales a las que nuestro pa¨ªs acudi¨® bajo el r¨¦gimen franquista (IV Bienal de S?o Paulo, 29? Bienal de Venecia), utiliz¨® m¨¢s al grupo El Paso de lo que El Paso le utiliz¨® a ¨¦l.
Y en cuanto a las razones por las que el grupo se disolvi¨®, no me parece que haya necesidad alguna de inventarse eutanasias esplendorosas, metas alcanzadas y fines cumplidos. El Paso se acab¨® simplemente en el momento en que Manolo Millares propuso que el remite de los boletines del grupo dejara de ser el domicilio particular de Antonio Saura y se alquilara un apartado de Correos para que todos tuvieran acceso a la correspondencia y publicaciones que ven¨ªan a nombre de El Paso.
Muy pocos d¨ªas despu¨¦s, los propios miembros de El Paso recib¨ªan sorprendidos, s¨®lo porque la capacidad de sorpresa en el hombre parece no tener l¨ªmites, el ¨²ltimo bolet¨ªn del grupo elaborado por Jos¨¦ Ayll¨®n y Antonio Saura, que dec¨ªa textualmente: "(...) los componentes de El Paso han decidido terminar la labor conjunta", etc¨¦tera.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.