Grav¨ªsima cogida de Ortega Cano en la ¨²ltima de feria de Zaragoza
La cornada penetr¨® en el abdomen y rompi¨® la pleura y el diafragma
?. C. El quinto toro de la corrida celebrada ayer en Zaragoza corne¨® a Ortega Cano, produci¨¦ndole heridas de pron¨®stico grav¨ªsimo. El pit¨®n penetr¨® por el abdomen, alcanzando la cavidad tor¨¢cica, y en sus trayectorias rompi¨® la pleura y el abdomen, ocasionando intenso hemot¨®rax, entre otras lesiones. Durante cerca de dos horas fue intervenido el torero en la enfermer¨ªa de la plaza y posteriormente ingresado en la cl¨ªnica Quir¨®n, de Zaragoza.
A primera hora de la madrugada, fuentes del centro sanitario informaban que el diestro manten¨ªa normales sus constantes vitales, si bien no hab¨ªa pasado el peligro. El doctor Carlos ValCarreres, jefe de la enfermer¨ªa del coso, que oper¨® a Ortega Cano, hab¨ªa manifestado a ¨²ltimas horas de la noche que hasta pasadas 72 horas no pod¨ªa pronunciarse en ning¨²n sentido, pues dadas las caracter¨ªsticas de la cornada hab¨ªa riesgo de que se presentaran varias complicaciones.El percance, que se produjo al recibir el diestro con ver¨®nicas al quinto toro de la corrida, de 515 kilos de peso, Arbolario de nombre, es el m¨¢s grave sucedido en la plaza de Zaragoza en los ¨²ltimos 10 a?os. El anterior, en importancia, lo sufri¨® Palomo Linares durante la feria de 1977.
Tras ser corneado, Ortega Cano fue conducido por las asistencias de la plaza a la enfermer¨ªa donde, seg¨²n testimonio de Val-Carreres, lleg¨® muy chocado "y se palpaba gran cantidad de aire debajo de la piel".
La intervenci¨®n quir¨²rgica empez¨® a las 17.50 horas y finaliz¨® pasadas las 20.30. Posteriormente el torero fue trasladado en una ambulancia a la unidad de vigilancia intensiva de la cl¨ªnica Quir¨®n.
A las 21.45 horas llegaba por v¨ªa a¨¦rea a Zaragoza la madre de Ortega Cano, acompa?ada por su hijo Francisco y su yerno Aniceto, procedente de la localidad madrile?a de San Sebasti¨¢n de los Reyes, a donde hab¨ªa sido avisada telef¨®nicamente. Una vez en la cl¨ªnica, el doctor Val-Carreres le dio a conocer el alcance de la cogida y pas¨® a una salita contigua a la UVI, donde permanec¨ªa anoche, acompa?ada de sus familiares. Aunque estaba visiblemente preocupada, mantuvo una gran entereza y escuchaba, en silencio, los comentarios de los miembros de la cuadrilla de Ortega Cano y de los matadores de toros Juan Ramos y Ra¨²l Aranda, que tambi¨¦n se encontraban en la cl¨ªnica.
Pablo Mart¨ªnez Chopera, apoderado del torero, que asimismo acompa?aba a la familia, coment¨® que a Ortega Cano s¨®lo le quedaba torear, en Espa?a, la corrida del pr¨®ximo d¨ªa 18 en Ja¨¦n, y ten¨ªa el proyecto de trasladarse despu¨¦s a Am¨¦rica, donde tiene contratadas 30 actuaciones, la primera de ellas el 10 de noviembre, en Lima. El doctor Val-Carreres afirm¨®, sin embargo, que antes de fin de a?o no estar¨¢ en condiciones de torear.
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