Velatorio en la plaza de Bolivar
El velatorio de Jaime Pardo Leal, asesinado el pasado domingo, se celebr¨® el lunes y ayer en la plaza de Bol¨ªvar, en pleno centro de Bogot¨¢, al lado de la estatuta del libertador Sim¨®n Bol¨ªvar. Fue la petici¨®n de sus seguidores de la Uni¨®n Patri¨®tica (UP), que impidieron que se instalara la capilla ardiente en la sede del Congreso Nacional.Durante siete horas, el f¨¦retro, envuelto en la bandera de Colombia y cubierto con claveles rojos, permaneci¨® en el centro de la plaza. A la estatua del libertador le colocaron la bandera de Colombia y la bandera amarilla y verde de la UP. Durante siete horas, miles de personas desfilaron frente al cad¨¢ver. Finalmente, el ata¨²d fue trasladado al Capitolio Nacional, donde permaneci¨® hasta la hora del sepelio.
La carrera S¨¦ptima de Bogot¨¢ -por donde pas¨® el desfile que llev¨® el cad¨¢ver desde la sede de la UP hasta la Plaza de Bol¨ªvar-, el pedestal de la estatua del libertador, las paredes del quemado Palacio de Justicia en el costado norte de la plaza, y los corredores del Congreso de la Rep¨²blica, fueron inundados de pintadas en rojo: "Samudio asesino" (en referencia al general Rafael Samudio, ministro de Defensa), "Pardo Leal, te vengaremos" y "Seguiremos concluyendo tu sue?o de libertad", entre otros. Esos letreros est¨¢n firmados por la Juventud Comunista, por los estudiantes de la universidad Nacional y por la Coordinadora Nacional Guerrillera.
Algunos asistentes intentaron en un momento dado convertir el velatorio en un mitin, y la polic¨ªa lanz¨® gases lacrim¨®genos para impedir tal manifestaci¨®n.
El sucesor de Pardo Leal, tambi¨¦n amenazado de muerte, asegur¨® que Colombia est¨¢ a las puertas de una guerra civil.
Pardo Leal aparec¨ªa en la lista de los 35 colombianos amenazados de muerte a finales de septiembre. De los 35, dos est¨¢n ya muertos: ¨¦l y H¨¦ctor Abad G¨®mez, dirigente liberal y jefe de la oficina de Derechos Humanos de la provincia de Antioquia.
Desde el 6 de febrero de 1986, fecha en que fue nombrado candidato a la presidencia por la Uni¨®n Patri¨®tica, cinco hombres le vigilaban constantemente. Un d¨ªa antes de su muerte, el dirigente hab¨ªa llamado al DAS (Departamento Nacional de Seguridad), para informar que no pensaba salir de su casa y, por lo tanto, no requer¨ªa del servicio de guardaespaldas. Recientemente hab¨ªa afirmado: "No tengo miedo a la muerte porque soy un dial¨¦ctico. Tengo que esperar la muerte para que otros vengan a hacer las cosas mejor que yo".
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