Rescatada con vida una ni?a de 18 meses tras permanecer 57 horas en el fondo de un pozo

Jessica McClure, la ni?a de 18 meses que permaneci¨® durante m¨¢s de 57 horas sin comer ni beber en el fondo de un pozo de casi nueve metros de profundidad en la ciudad de Midland (Tejas, EE UU), fue rescatada viva la noche del viernes al s¨¢bado, pero corre el riesgo de perder su pie derecho.

Su caso mantuvo en vilo a millones de norteamericanos, que ahora esperan la decisi¨®n de los m¨¦dicos que, tras un primer examen, hallaron graves problemas circulatorios en su pie derecho que pueden obligar a su amputaci¨®n, seg¨²n manifest¨® ayer un portavoz del hospital.Jessica McClure cay¨® en el pozo el mi¨¦rcoles, cuando estaba jugando con unos amigos en el patio trasero de la casa de su t¨ªa. Durante la angustiosa espera, lloraba y en ocasiones llamaba a su madre.

Ronald Perry, uno de los numerosos voluntarios que trabaj¨® en el rescate, dijo ayer que el feliz desenlace de la operaci¨®n hab¨ªa sido "una bendici¨®n de Dios y una prueba de gran solidaridad humana".

En una carrera contra el tiempo, un equipo formado por 25 t¨¦cnicos, ayudados por modernas m¨¢quinas de perforaci¨®n, rescataron a la peque?a.

Una salva de aplausos salud¨® el rescate, mientras los padres de la criatura, Reba Gayle y Chip McClure, ambos de 18 a?os de edad, manifestaron su j¨²bilo y agradecimiento en medio del llanto y las risas de emoci¨®n por "la milagrosa operaci¨®n".

En las tareas de rescate tuvieron que ser utilizados modernos equipos de perforaci¨®n que se utilizan en las exploraciones petroleras, debido a la existencia de rocas de extrema dureza en el trayecto del pozo construido en paralelo al agujero donde se encontraba la ni?a.

Los equipos trabajaron ininterrumpidamente durante m¨¢s de 57 horas, organizados en turnos, para rescatar a la ni?a, que se encontraba encerrada en el fondo del estrecho tubo. Para llegar hasta Jessica tuvieron que construir un t¨²nel horizontal.

Al parecer, los equipos perdieron varias horas trabajando en un t¨²nel en direcci¨®n equivocada.

Un equipo de expertos introdujo en el pozo, de escasamente 20 cent¨ªmetros de di¨¢metro, un micr¨®fono especial y una c¨¢mara de televisi¨®n con los que controlaron a Jessica.

Por razones de precauci¨®n le vendaron la cabecita y el brazo izquierdo a Jessica. Cuando sali¨® a la superficie, la ni?a presentaba se?ales de sangre en el rostro.

En el ¨²ltimo tramo fue necesario recurrir a unos f¨®rceps para conseguir que el cuerpecito llegase a la superficie.