Barco promete castigar a las "oscuras fuerzas" de la violencia

El presidente de Colombia, Virgilio Barco, prometi¨® ayer que luchar¨¢ sin tregua para Identificar y castigar" a las "oscuras fuerzas" que siembran la violencia en el pa¨ªs, "no importa donde se encuentren, cu¨¢l sea su inspiraci¨®n o cu¨¢l su procedencia"."Que nadie se arrogue, cualquiera que sea su motivaci¨®n o prop¨®sito, el derecho de hacer justicia fuera de los cauces establecidos en la Constituci¨®n y las leyes", dijo Barco en la noche del s¨¢bado en televisi¨®n, en su primera comparecencia p¨²blica desde el asesinato del dirigente de izquierda Jaime Pardo, hace ocho d¨ªas. Mientras, contin¨²a el dram¨¢tico suma y sigue de asesinatos pol¨ªticos. En las ¨²ltimas 48 horas se han a?adido a la lista de muertos dos dirigentes de la Uni¨®n Patri¨®tica, un m¨¦dico y una anciana que se cruz¨® con las balas destinadas a un pol¨ªtico conservador.

Barco emple¨® el tono m¨¢s en¨¦rgico que se le recuerda en toda su carrera pol¨ªtica para afirmar: "No nos dejaremos intimidar por una peque?a minor¨ªa que pretende desestabilizar a Colombia". Seguro, convincente, sin apenas mostrar las secuelas de su reciente afecci¨®n intestinal, anunci¨® la creaci¨®n de un consejo consultivo para los asuntos de reconciliaci¨®n y rehabilitaci¨®n de los guerrilleros y una consejer¨ªa presidencia] para la defensa y promoci¨®n de los derechos humanos. Con estas medidas, Barco vuelve a la f¨®rmula de Belisar¨ªo Betancur de entenderse con la guerrilla mediante una comisi¨®n no gubernamental.

Mano tendida, pulso fuerte

El presidente colombiano insiti¨® en que mantendr¨¢ con los grupos insurgentes una pol¨ªtica de "mano tendida y pulso fuerte". Explic¨® que "el Gobierno presenta su pol¨ªtica de di¨¢logo, que tiene como objetivo la reincorporaci¨®n de los alzados en armas a la vida civil, pero amenaz¨® con "reducir a la importencia a quienes, cualquiera que sea su posici¨®n ideol¨®gica, insisten en utilizar m¨¦todos violentos".

Virgilio Barco quiso dar satisfacci¨®n con sus palabras a los que le piden mayor contundencia con la guerrilla y a los que exigen justicia en los cr¨ªmenes en los que existen evidencias de participaci¨®n de miembros de las fuerzas armadas y de grupos de justicia privada. De forma suficientemente vaga y comprensible dijo: "Son ellos quienes con el boleteo (impuesto revolucionario), la emboscada, la amenaza y el asesinato vil contra dirigentes pol¨ªticos o sindicales saboteaban la voluntad de reconciliaci¨®n".

El presidente no tuvo escr¨²pulos en reconocer que "en Colombia hay muchas leyes y poca justicia" y convoc¨® a "una acci¨®n conjunta para el restablecimiento de la paz y la preservaci¨®n de las instituciones".

El discurso de Barco puede tener elementos suficientes para calmar a quienes ped¨ªan un liderazgo para Colombia, pero no a otras personalidades del pa¨ªs que exigen profundas reformas urbanas y agrarias para sacar a Colombia de la crisis estructural en la que se encuentra.