Cambios internos y externos

Tras su l¨²cida La ¨²ltima cena, que TVE emiti¨® el pasado lunes dentro del ciclo a ¨¦l dedicado, Tom¨¢s Guti¨¦rrez Alea permaneci¨® unos a?os alejado del largometraje, para volver, en 1979, con Los sobrevivientes.

Nuevamente, la revoluci¨®n castrista es el tema recurrente de esta pel¨ªcula, voluntaria o involuntariamente mal peinada, presuntamente edificante y, en el fondo, mediocre. Su trama argumental gira alrededor de las buenas costumbres de una familia burguesa a quien la revoluci¨®n -c¨®mo no- le viene ancha. Cosa pasajera, dicen. Pero lo que pasa, lo que el viento se lleva, no es la revoluci¨®n, sino, por fuerza mayor, esas buenas costumbres, que, si no desaparecen de un soplido, s¨ª van deform¨¢ndose d¨ªa a d¨ªa casi imperceptiblemente.

Guti¨¦rrez Alea dibuja ese cambio de orden interno, provocado por modificaciones externas mediante las relaciones que sostiene esa familia con la servidumbre. Como en otras ocasiones (Daniel Schmid, en Esta noche o nunca), el tema amos-criados articula una cr¨®nica que se pretende a un tiempo cr¨ªtica y did¨¢ctica. Sin los aciertos de La ¨²ltima cena, y con m¨¢s pena que gloria, Los sobrevivientes tiene un indudable inter¨¦s sociol¨®gico.

Los sobrevivientes se emite hoy, a las 21.00, por TVE-2.