Bicicletas
S¨®lo dos inclemencias impiden que todas las ma?anas saque mi bicicleta durante media hora: la lluvia y las manifestaciones de ciclistas con el alcalde abriendo la comitiva. No pedaleo diariamente para estar en forma, ni tampoco para protestar contra la contaminaci¨®n, los coches, las centrales nucleares, los aviones de Torrej¨®n y otras nobles causas. Existen ejercicios bastante m¨¢s eficaces para luchar contra la barbarie que encaramarse al sill¨ªn una vez al trimestre en procesi¨®n municipal. Pedaleo porque la bicicleta es mi medio de transporte. Pero por pura vagancia no exenta de ego¨ªsmo. Con la mitad del esfuerzo de un trote a paso ligero llegas tres o cuatro veces antes, no tienes que sufrir la humillaci¨®n del est¨²pido examen de conducir, atajas por direcciones prohibidas sin que nadie proteste o te multe, aparcas en los sitios m¨¢s reservados, y sobre todo evitas compa?¨ªas indeseables. Tambi¨¦n para las distancias largas es un gran veh¨ªculo. La dejas en casa, en cualquier rinc¨®n, llamas un taxi, y al aeropuerto.El otro d¨ªa me ocurri¨® el primer percance grave como profesional del pedaleo. Los guardias impidieron el paso de mi bicicleta para no estorbar el desfile ciclista organizado por el Ayuntamiento. Nunca hab¨ªa sospechado la existencia de tantas bicicletas en la ciudad. Por semana, somos casi invisibles porque tambi¨¦n los repartidores se han motorizado. Pero aquellos domingueros (trimestreros) de la bici eran miles, lo invad¨ªan todo, imped¨ªan la circulaci¨®n con sus torpes pedaleos, se les notaba mucho que ten¨ªan en regla el carn¨¦ de conducir. Me miraban con gesto de colega, pero no eran de los m¨ªos. Manipulaban la bicicleta como medio de manifestaci¨®n y yo la utilizo como medio de locomoci¨®n. Iban apelotonados, uniformados, con moral de grupo, pero la esencia de la bicicleta es el individualismo feroz. Quer¨ªan llamar la atenci¨®n, cuando de lo que se trata es de pasar desapercibido. Pedaleaban para hacer esfuerzo, no por holgazaner¨ªa. Mejor pedaleaban en el cuarto de ba?o en lugar de espesarnos todav¨ªa m¨¢s el tr¨¢fico.
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