Acuerdo hist¨®rico de desarme entre la URSS y EEUU

Ronald Reagan y Mijail Gorbachov se reunir¨¢n el pr¨®ximo 7 de diciembre en Washington para firmar un tratado para la eliminaci¨®n de todos los misiles de alcance intermedio situados en Europa, en la tercera cumbre entre los dos pol¨ªticos. Un acuerdo hist¨®rico que, por primera vez en la era nuclear, acabar¨¢ con una categor¨ªa completa de armas at¨®micas. El presidente norteamericano, al anunciar ayer la fecha de la esperada cumbre, afirm¨® tambi¨¦n que en 1988 ir¨¢ personalmente a "Mosc¨², "donde espero", dijo, "firmar un acuerdo de reducci¨®n de los misiles de largo alcance".

"Gorbachov ha aceptado mi invitaci¨®n para venir a Washington", anunci¨® Reagan a las dos de la tarde (ocho de la noche, hora peninsular) en una inusual aparici¨®n en la sala de Prensa de la Casa Blanca junto al ministro de exteriores sovi¨¦tico, Eduard Shevardnadze, que sonre¨ªa abiertamente a las palabras del presidente.Reagan se declar¨® "muy satisfecho" por el acuerdo alcanzado que permite la cumbre, cuyo desbloqueo ha sido posible por una carta personal de Gorbachov, entregada ayer al presidente norteamericano por Shevardnadze.

El presidente explic¨® que la reuni¨®n con el l¨ªder sovi¨¦tico se produce sin condiciones relativas a la guerra de las galaxias, aunque precis¨® que en la cumbre de diciembre los dos l¨ªderes discutir¨¢n la reducci¨®n de los arsenales de armas estrat¨¦gicas. "Todo va a ser discutido", dijo el presidente, "incluido el sistema de defensa espacial, pero no sacrificar¨¦ la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI) que ofrece una oprtunidad para la paz en el mundo".

Gorbachov finalmente se ha conformado con que esta cuesti¨®n se discuta en relaci¨®n con la disminuci¨®n en un 50% de los cohetes intercontinentales. Reagan dijo tambi¨¦n que "hemos progresado" en el tema de la SDI, sugiriendo que hay m¨¢s flexibilidad por ambas partes que "puede ayudar" a un acuerdo sobre las armas estrat¨¦gicas.

No visitar¨¢ el pa¨ªs

La primera visita de Gorbachov a Estados Unidos ser¨¢ posiblemente breve, una estancia de trabajo que el l¨ªder sovi¨¦tico no aprovechar¨¢ para visitar el pa¨ªs como deseaba Reagan. "Para ense?arle mi rancho en California tendr¨¦ que esperar a otra visita", explic¨® el presidente, quien justific¨® esta decisi¨®n por motivos de calendario de los dos dirigentes. Pero parece que Gorbachov, s¨®lo para concluir un acuerdo sobre misiles nucleares de alcance intermedio (INF) prefiere no prolongar su estancia aqu¨ª en una gira de propaganda que ser¨ªa bien aprovechada por Reagan. La URSS a¨²n conf¨ªa sin embargo en alcanzar en la cumbre de Washington, el pr¨®ximo mes, un acuerdo marco, o de principio, sobre la relaci¨®n entre los misiles ofensivos de largo alcance y la guerra de las galaxias.

El presidente confirm¨® que el acuerdo sobre INF est¨¢ pr¨¢cticamente concluido a falta de algunos detalles t¨¦cnicos, pero importantes, como la verificaci¨®n. Reagan prometi¨® que estados Unidos va a lograr el mejor acuerdo de verificaci¨®n de un tratado de la historia.

Junto al fuego de una chimenea en el Departamento de Estado, y en el Despacho Oval de Reagan en la Casa Blanca, Estados Unidos y la URSS resolvieron ayer uno de los mayores suspenses diplom¨¢ticos de los ¨²ltimos a?os. Tres horas de conversaciones bastaron para deshacer el enigma, s¨®lo una semana despu¨¦s de que Mijail Gorbachov se negara, en Mosc¨², a fijar una fecha para su tercera cumbre con Reagan.

Eduard Shevardnadze, el ministro de Exteriores del Kremlin, lleg¨® en la madrugada del viernes a Washington como cartero de lujo, con una misiva de Gorbachov, y la luz verde del m¨¢ximo dirigente sovi¨¦tico para acordar una reuni¨®n al m¨¢ximo nivel con el anciano y ferviente anticomunista presidente Ronald Reagan. Nunca la Uni¨®n Sovi¨¦tica se hab¨ªa vuelto atr¨¢s de una decisi¨®n con tanta celeridad, explicada seg¨²n los observadores norteamericanos por el reconocimiento de Gorbachov de que hab¨ªa cometido un error de c¨¢lculo, minusvalorando la firmeza de un Reagan acosado por muchos problemas, tratando de condicionar la cumbre a una limitaci¨®n previa de la guerra de las galaxias.

Gorbachov ha preferido limitar los da?os a su credibilidad, visibles en la negativa reacci¨®n en Europa occidental, y ha dado marcha atr¨¢s. Lo ocurrido demuestra tambi¨¦n, opinan los kremlin¨®logos de Washington, el personal estilo pol¨ªtico de Gorbachov pero tambi¨¦n, probablemente, que est¨¢ en control de la situaci¨®n en Mosc¨² al permitirse este giro tan r¨¢pido.

Shevardnadze hab¨ªa iniciado su jornada de ayer a las nueve de la ma?ana (tres de la tarde, hora peninsular) a solas con Shultz en el Departamento de Estado. El ministro sovi¨¦tico le entreg¨® una copia de la carta de Gorbachov para que fuera traducida. Luego la reuni¨®n se ampli¨® al reducido equipo de asesores sovi¨¦tico, Victor Karpov, el embajador en EEUU, Yuri Dubinin y Alexander Bessmertnykh, y, al consejero de Seguridad Nacional, Frank Carlucc¨ª y al embajador en Mosc¨², Jack Matlock.

Tres horas despu¨¦s Shultz y Carlucci acudieron a la Casa Blanca donde, durante media hora, informaron a Reagan de lo ocurrido durante la ma?ana. El presidente recibi¨® luego en su despacho a Shevardnadze, que le hizo entrega de la misiva personal de Gorbachov. Posteriormente, Reagan y las dos delegaciones mantuvieron una breve reuni¨®n de trabajo.