Ivo Pitanguy
Un brasile?o, pionero de la cirug¨ªa est¨¦tica moderna
Lleva m¨¢s de 25 a?os realizando intervenciones de cirug¨ªa pl¨¢stica, tanto a personalidades -Ursula Andress, Farah Diba, Niki Lauda o Gina Lollobrigida- como a clientes m¨¢s humildes, a los que atiende de manera gratuita en R¨ªo de Janeiro. Este pionero de la cirug¨ªa est¨¦tica moderna, que ha participado recientemente en un simposio en Badalona, afirma que "nuestras intervenciones no pueden resolverlo todo, pero pueden devolver a un individuo la capacidad de ser feliz".
Ivo Melcius do Nascimento Pitanguy es un m¨¦dico satisfecho de su trabajo, pero consciente de los l¨ªmites de la cirug¨ªa pl¨¢stica y reparadora. "El cirujano debe conocer los problemas psicol¨®gicos del paciente, porque en nuestro trabajo tan importante es la atenci¨®n al cuerpo como al alma", explica, apoy¨¢ndose en una cita de las Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar."Trabajamos sin esperar el agradecimiento de nuestros pacientes", a?ade, recordando que en las intervenciones que realiza siempre hay un peque?o porcentaje de gente insatisfecha. "A veces el paciente espera m¨¢s de lo que se puede hacer", reconoce Pitanguy, quien insiste, con un hablar penetrante, en que lo m¨¢s importante en la cirug¨ªa est¨¦tica es la adecuada formaci¨®n de los m¨¦dicos.
Pitanguy, autor de nuevas t¨¦cnicas de reducci¨®n mamaria y de tratamiento de las orejas y del labio leporino, imparte anualmente un curso de especializaci¨®n en la universidad Pontificia de R¨ªo de Janeiro, por el que han pasado ya cinco cirujanos espa?oles, y que este a?o acoge a 18 m¨¦dicos de 15 pa¨ªses. "La ¨²nica manera de democratizar la cirug¨ªa pl¨¢stica es que haya una buena y amplia formaci¨®n de especialistas, que les permita llegar a todos los rincones de cada pa¨ªs", asegura Pitanguy, que se muestra favorable a que estas intervenciones sean pagadas por la sanidad p¨²blica "en aquellos casos en los que el paciente est¨¢ claramente impedido de ejercer su personalidad". "Estas personas sufren con su propia imagen, que no es s¨®lo cuesti¨®n de belleza sino, sobre todo, de armon¨ªa", a?ade, y despu¨¦s de la intervenci¨®n recuperan el equilibrio consigo mismos".
Pitanguy, un m¨¦dico a la antigua, se niega en redondo a desvelar los nombres de sus clientes, entre los que se asegura que figuran algunas espa?olas famosas. En su cl¨ªnica de R¨ªo, hombres y mujeres suelen esperar m¨¢s de seis meses a ser intervenidos, mientras que los personajes son atendidos en una residencia a unos 60 kil¨®metros, en la lujosa isla de Angra dos Porcos, propiedad particular de este cirujano, torero aficionado, que adem¨¢s practica diariamente la pesca submarina y el karate.
Pitanguy, autor del libro Arte de la belleza, publicado en Espa?a en 1984, cree que la experiencia est¨¢ corrigiendo el campo de su trabajo. "La liposucci¨®n se est¨¢ restringiendo ahora a sus l¨ªmites l¨®gicos, despu¨¦s de haberse abusado mucho de ella", explica, "mientras que el hombre, gracias a la postura de la mujer, se est¨¢ liberando de sus prejuicios machistas y, por ejemplo, ya nadie ve raro, como hace unos a?os, que un var¨®n se corrija su nariz".
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