Con la miel en los labios

Muchos pensaban que Leguina se guardaba para el final la ¨²ltima carta, pero los diputados abandonaron la C¨¢mara regional con la miel en los labios. El presidente regional se despidi¨® con una brillante exposici¨®n te¨®rica sobre el gasto p¨²blico. Leguina desacredit¨® a los te¨®ricos norteamericanos que defienden una disminuci¨®n de los servicios prestados por el Estado para acabar fustigando a quienes proponen "bajar la recaudaci¨®n de impuestos y dar mejores servicios".Hubo quien quiso escuchar entre l¨ªneas y sacar algo en claro, pero las cr¨ªticas de la oposici¨®n fueron un¨¢nimes: "No se ha mojado", "el discurso ha sido ¨¢spero", "no baj¨® a la arena...".

El portavoz del CDS, Fernando Castedo, parafrase¨® al propio Leguina para definir de un plumazo su opini¨®n sobre el discurso: "Un fantasma recorre la Comunidad de Madrid: la socialtecnocracia". Castedo insisti¨® en "el car¨¢cter tecnocr¨¢tico" de la intervenci¨®n de Leguina. "Parec¨ªa que iba dirigida a personas ajenas a esta c¨¢mara", se?al¨®.

Seg¨²n Alberto Ruiz Gallard¨®n, portavoz de Alianza Popular, el presidente regional . se limit¨® a contemplar la situaci¨®n desde el patio de butacas en vez de actuar como protagonista". Gallard¨®n apreci¨® en Leguina "una actitud pol¨ªtica evasiva, nada constructiva".

Algo parecido opinaba la portavoz de Izquierda Unida, Isabel Vilallonga: "El discurso se ha movido en el terreno de la filosof¨ªa pol¨ªtica; nos quedamos sin saber los verdaderos criterios de gobierno". Seg¨²n Vilallonga, "lo correcto hubiera sido anticipar este debate y que hubiese servido para perfilar los presupuestos".

La otra cara de la moneda la ofrec¨ªan los socialistas. El portavoz del grupo parlamentario, Marcos Sanz, afirm¨® que Leguina hizo un discurso valiente y que incluso fue m¨¢s all¨¢ que en anteriores ocasiones.

Leguina insisti¨® al final de su discurso en la "necesidad de ampliar el Estado de bienestar". "La pol¨ªtica de bienestar regional no debe implantarse desde una ¨®ptica reduccionista", dijo. Y concluy¨® rotundamente: "Hay que ser muy rico para querer un Estado pobre".

Al t¨¦rmino de su intervenci¨®n, el propio Leguina defini¨® la ¨²ltima parte del discurso como un "pr¨®logo" al debate sobre los Presupuestos. El presidente no concret¨® a qui¨¦n iba dirigido el fmal de su intervenci¨®n: "Quien quiera entender, que entienda".