Serra trat¨® con Carlucci en 1984 de la venta de armas espa?olas en EE UU
Frank Carlucci, quien probablemente sustituir¨¢ a Caspar Weinberger al frente de la Secretar¨ªa de Defensa de Estados Unidos, es un hombre bien conocido en algunos ambientes comerciales espa?oles, pero incluso quienes se consideran sus amigos siempre se han negado a comentar a qu¨¦ ¨¢reas ha estado dedicado Carlucci en sus presumibles negocios en Espa?a.El primer contacto comercial de Carlucci con Espa?a fue conocido en 1984. El entonces secretario de Estado de Defensa, Eduardo Serra, viaj¨® a Nueva York para, entre otras cosas, decidir qu¨¦ empresa estadounidense podr¨ªa realizar las correspondientes gestiones para abrir mercados en EE UU a la industria espa?ola de armamento. Serra cen¨® un d¨ªa, durante su estancia en Nueva York, en la casa de Carlucci, pero a su llegada a Espa?a inform¨® que la empresa a la cual estaba vinculado el hoy consejero de Seguridad Nacional no hab¨ªa sido la elegida.
M¨¢s tarde, el responsable de la Gerencia de Compensaciones del programa FACA, Antonio Rodr¨ªguez, recibi¨® en Madrid a representantes de las empresas en las que participaba Carlucci para intentar alcanzar un acuerdo para que esas empresas participasen en el programa de compensaciones, que supondr¨¢ un trasvase comercial entre EE UU y Espa?a de unos 300.000 millonesde pesetas. Rodr¨ªguez asegur¨® tras la entrevista que no se hab¨ªa llegado a ning¨²n acuerdo.
Ya en noviembre del a?o pasado, y a ra¨ªz de haber saltado el esc¨¢ndalo del Irangate, iran¨ªes residentes en Espa?a aportaron datos concretos -muchos de los cuales fueron comprobados- sobre la utilizaci¨®n del suelo espa?ol para el traslado de armas a Ir¨¢n. Esas mismas fuentes aseguraron con rotundidad que Frank Carlucci manten¨ªa muy estrechas relaciones con empresas de armas ubicadas en el Pa¨ªs Vasco y que estaban vendiendo grandes cantidades de armas a Ir¨¢n.
Este dato nunca pudo ser confirmado. S¨®lo una semana despu¨¦s de que los citados iran¨ªes lo aportaran, Carlucci fue nombrado consejero de Seguridad Nacional en lugar del almirante John Poindexter, destituido precisamente por el Irangate.
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