El confuso legado de Weinberger

Con la esperada partida de Caspar Weinberger despu¨¦s de siete a?os como secretario de Defensa norteamericano, el presidente Reagan perder¨¢ un consejero leal que ha abogado incansablemente por un aumento del gasto militar. Pero Weinberger deja un legado confuso. ?l vigoriz¨® la defensa de Estados Unidos, si bien lo hizo con un enorme libertinaje. No apreciaba demasiado el papel positivo de los acuerdos de control de armamentos entre Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Sin embargo, supo cu¨¢ndo las fuerzas armadas norteamericanas pod¨ªan ser ¨²tiles, como en el Golfo y como en el caso de los marines en L¨ªbano.Weinberger fracas¨® en establecer una estrategia militar coherente al dejar que cada arma se las arreglara por s¨ª misma: la Armada estableci¨® una estrategia cara y discutible para destruir la flota sovi¨¦tica, y las fuerzas a¨¦reas realizaron tres programas de bombarderos tripulados.

En lo que a armas estrat¨¦gicas se refiere, la herencia tambi¨¦n ha sido confusa. Weinbeger invirti¨® en el necesario fortalecimento de las comunicaciones militares para mantener el control civil en una crisis nuclear. Se espera que Weinberger sea sustituido por Frank Carlucci, actual consejero de Seguridad Nacional, fiel y h¨¢bil servidor del Estado, la CIA y el Pent¨¢gono. Weinberger tuvo una oportunidad de oro para sentar las bases de un reforzamiento de la defensa nacional, tuvo ¨¦xito s¨®lo en parte.

4 de noviembre