Las comarcas afectadas por las inundaciones recuperan lentamente la normalidad

El Consell de la Generalitat valenciana y el Consejo de Gobierno de Murcia acordaron ayer solicitar la declaraci¨®n de zona catastr¨®fica para las ¨¢reas afectadas por las inundaciones de estos ¨²ltimos d¨ªas, que han costado la vida a nueve personas. Mientras las comarcas de Alzira, Orihuela y Murcia afrontaban las tareas para recuperar una cierta normalidad, se preparaban las primeras valoraciones de da?os, que pueden llegar a superar los 15.000 millones de pesetas en el Pa¨ªs Valenciano. En Alzira (Valencia), que sufri¨® hace cinco a?os una tr¨¢gica riada tras la rotura de la presa de Tous, el ambiente era especialmente desolador.

El Consell de la Generalitat valenciana solicitar¨¢ al Gobierno la declaraci¨®n de zona catastr¨®fica para las comarcas de La Ribera, La Safor y La Vega Baja del Segura. Pese a que el Gobierno aut¨®nomo comunic¨® ayer al Consejo de Ministros su intenci¨®n, el tr¨¢mite no ser¨¢ efectivo hasta tanto no se realice una primera evaluaci¨®n de los da?os. El Consell acord¨® dar prioridad y solicitar a las administraciones implicadas la reparaci¨®n inmediata de las estructuras da?adas.El pr¨®ximo lunes se espera conocer un primer balance de los da?os registrados que, en principio, pueden superar los 15.000 millones de pesetas. En cualquier caso, ¨¦stos se prev¨¦n inferiores a los producidos hace cinco a?os, como consecuencia de la rotura de la presa de Tous. El portavoz del Consell, Joaqu¨ªn Azagra, manifest¨® que la poblaci¨®n afectada por las inundaciones supera las 560.000 personas.

El Consejo de Gobierno de Murcia, por otra parte, acord¨® solicitar la declaraci¨®n de zona catastr¨®fica a la vista de los da?os sufridos en la regi¨®n, informa Paloma Reverte. Los perjuicios no han sido valorados econ¨®micamente todav¨ªa pero la superficie afectada alcanza las 40.000 hect¨¢reas. En extensi¨®n, la zona m¨¢s da?ada ha sido el Campo de Cartagena.

Con un d¨ªa totalmente nublado y lloviznas intermitentes, ayer continuaron los trabajos para volver a la normalidad. En algunas poblaciones segu¨ªan los cortes del suministro de agua potable, de electricidad y de tel¨¦fono. El aeropuerto de San Javier permanec¨ªa cerrado al encontrarse anegado de agua. El tr¨¢fico continuaba cortado ayer todav¨ªa en 26 carreteras de la regi¨®n.

Nueve v¨ªctimas

Hasta el momento, el n¨²mero de v¨ªctimas producidas por las inundaciones asciende a nueve, tras el hallazgo de dos cad¨¢veres en Pilar de la Horadada, a cuya identificaci¨®n se proced¨ªa ayer a ¨²ltima hora. En Orihuela (Alicante), de 45.900 habitantes, se vivieron situaciones dif¨ªciles, con cerca de 25.000 personas aisladas en toda la zona de la huerta y 4.000 evacuados. De las 18 pedan¨ªas existentes en el t¨¦rmino municipal, las m¨¢s afectadas eran las de Molins, Corrent¨ªas y San Bartolom¨¦, informa desde Orihuela Francesc Bayarri. La localidad de Pilar de la Horadada se encontraba totalmente aislada.Pedro Mart¨ªnez, de 33 a?os, vecino de Molins, grab¨® en v¨ªdeo el momento de la inundaci¨®n "porque ¨¦sto es imposible que se repita jam¨¢s". Su padre, propietario de una carnicer¨ªa, perdi¨® cerca de cuatro millones de pesetas en material de su estableciemiento. Jos¨¦ Manuel Ortu?o, de 22 a?os, mantuvo un enfrentamiento en la noche del jueves con funcionarios del Ayuntamiento de Orihuela para que un helic¨®ptero fuese a rescatar a sus padres a Molins pero ¨¦stos, finalmente, se negaron a ser evacuados. Esta situaci¨®n se repiti¨® en numerosas ocasiones debido al miedo de las personas de mayor edad a ser trasladadas en helic¨®ptero.

Desde Orihuela, el comandante Cerote dirigi¨® las operaciones de evacuaci¨®n del Bajo Segura. Este oficial ten¨ªa a su mujer y sus cuatro hijos "en la azotea de casa", ubicada tambi¨¦n en Molins, seg¨²n afirm¨®. En determinados medios de Orihuela se planteaba ayer la posibilidad de convocar una huelga general el pr¨®ximo 27 de noviembre, aniversario de otra movilizaci¨®n en favor del hospital comarcal y el encauzamiento del r¨ªo Segura, ahora desbordado.

En la ciudad de Alzira, de 40.000 habitantes, capital de la comarca valenciana de La Ribera, se iniciaron con diligencia las tareas de limpieza en medio de un clima de desolaci¨®n. "Tendr¨ªan que pagarnos por vivir en esta ciudad", comentaba un jubilado. Mientras en 1982, tras la rotura de la presa de Tous, las aguas alcanzaron hasta cinco metros de altura, el nivel ha llegado esta vez a los dos metros y medio de altura.

Ernesto Bosc¨¢, propietario de una tienda de verduras y frutas en la calle Piletes, explic¨® a este diario c¨®mo, tras la inundaci¨®n de 1982, hubo que derribar la casa propiedad de la familia y construir otra financiada con pr¨¦stamos que a¨²n no han sido devueltos. Los bajos de este edificio, con las instalaciones comerciales a¨²n por asegurar, han sido nuevamente arrasados por las aguas.

El alcalde socialista de Alzira, Francisco Blasco, calculaba en un 90%. el porcentaje de plantas bajas destruidas por la inundaci¨®n. "Las p¨¦rdidas son menores que en 1982 pero muy importantes". Un efecto terrible de la cat¨¢strofe, seg¨²n Blasco, es la destrucci¨®n de instalaciones escolares y de servicios municipales para cuya financiaci¨®n, tras los da?os de 1982, el Ayuntamiento a¨²n se encuentra endeudado. El alcalde destac¨® el efecto psicol¨®gico producido por la riada sobre la poblaci¨®n.

Xavier Sierra, presidente de

Sin hospital