Agust¨ªn Lafourcade
Cuando el psiquiatra cree que el enfermo puede ser su propio m¨¦dico
El psiquiatra Agust¨ªn Lafourcade, director del Centro de Psicolog¨ªa Fundamental de Madrid, piensa que la enfermedad no es m¨¢s que un desequilibrio que rompe la estabilidad anterior para crear un nuevo equilibrio de salud. Pionero en aplicar tratamientos psicol¨®gicos a los enfermos de c¨¢ncer, Agust¨ªn Lafourcade ha publicado desde 1947 libros sobre el amor y la felicidad, as¨ª como obras de fundamentaci¨®n psicol¨®gica. Psiquiatra de orientaci¨®n humanista, cree que su aportaci¨®n principal a la psicolog¨ªa ha sido combatir su dispersi¨®n en aspectos diferenciales para centrarse en las cuestiones comunes.
Le gusta repetir que el ser humano tiene siempre las cartas en la mano para elegir su futuro. Y que, con frecuencia, uno mismo genera su propio mal f¨ªsico o ps¨ªquico, por lo que tambi¨¦n tiene dentro de s¨ª la capacidad de curarse. Frases centrales en su pensamiento que pueden resultar equ¨ªvocas o ya conocidas e incluso demag¨®gicas, pero a las que ¨¦l atribuye un peso esencial. "Esto es algo que ya se ha dicho antes, pero sin coherencia. Y yo he tratado de fundamentar este pensamiento hasta establecer que existen unas constantes cl¨ªnicas y an¨ªmicas en todas las personas que a su vez est¨¢n sujetas a ciclos emocionales y ambientales con subidas y bajadas que vulneran y transforman continuamente su equilibrio f¨ªsico y ps¨ªquico", explica.Escritor y ensayista, adem¨¢s de psiquiatra, Agust¨ªn Lafourcade pertenece a esa vieja generaci¨®n de m¨¦dicos que alimentaban su praxis con una amplia cultura libresca. Ha viajado a China y a otras culturas diferentes, y en su casa hay recuerdos y trofeos cosmopolitas. Como muestra de su coqueter¨ªa, este hombre afable y hospitalario se escabulle cuando se le pregunta la edad, aunque su curr¨ªculo haga entender que su nacimiento no dist¨® mucho de la gran guerra de 1914.
Sus tratamientos para enfermos de c¨¢ncer en sus primeros estadios, que ¨¦l cree que tambi¨¦n podr¨ªan aplicarse a personas en situaciones pre-SIDA, se basan en encontrar un nuevo equilibrio, "en buscar nuevas formas de armon¨ªa que ayuden a alejar la enfermedad o a convivir con ella sin considerarla un enemigo". F¨®rmulas de equilibrio que van desde aprender a relajarse o a respirar hasta conseguir formas de vida arm¨®nicas, pero que tambi¨¦n hacen hincapi¨¦ en la fortaleza y sabidur¨ªa del sistema inmunol¨®gico.
Y Lafourcade recuerda c¨®mo en la ¨¦poca en que era relativamente frecuente la tuberculosis se dio la paradoja de que un joven atl¨¦tico y deportista que hab¨ªa desarrollado una considerable caverna en los pulmones, descubierta accidentalmente en un reconocimiento rutinario, no hab¨ªa desarrollado la enfermedad precisamente porque se sobrepuso a ella sin pretenderlo al no dar importancia a las primeras toses.
Siguiendo con ese juego de equilibrios y desequilibrios que es la vida para Lafourcade, el psiquiatra asegura que, a veces, pretender ser demasiado feliz desequilibra. "La fuerte incidencia del c¨¢ncer entre jubilados se debe, en parte, a que muchos de ellos piensan que al no trabajar van a ser por fin felices, y ah¨ª surge la trampa, porque esa falsa esperanza les descompensa". De manera similar analiza el desequilibrio que produce en los drogadictos la dependencia de algo que, aparentemente, les lleva al para¨ªso. Como s¨ªntesis de su pensamiento, Lafourcade rememora a Cervantes: "Andan el pesar y el placer tan apareados que es simple el que desespera y el alegre que se conf¨ªa".
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