El primer ministro de T¨²nez, Zine el Abidin Ben Al¨ª, destituye a Burguiba por "incapacidad manifiesta"
El anciano presidente de T¨²nez, Habib Burguiba, una de las figuras hist¨®ricas del Magreb, fue depuesto ayer de la jefatura del Estado por su hasta ahora delf¨ªn y primer ministro, el general Zine el Abidin Ben Al¨ª, que se erigi¨® en nuevo l¨ªder del pa¨ªs. Burguiba, de 84 a?os y el primer y ¨²nico presidente de T¨²nez desde la independencia, en 1957, fue separado de sus funciones "por incapacidad manifiesta", seg¨²n un comunicado oficial difundido por la radio estatal a las 6.30 y avalado por un parte m¨¦dico, pese a que su cargo era vitalicio desde 1975.
Este relevo, calculado y sin traumas, pone fin a una serie de interrogantes y especulaciones sobre la sucesi¨®n presidencial y el futuro de T¨²nez, atormentado ¨²ltimamente por el acoso integrista y la inestabilidad de un poder en manos de un hombre de edad avanzada que ha dado suficientes pruebas de falta de aptitud legal en los ¨²ltimos a?os.El nuevo presidente Ben Al¨ª, de 51 a?os, ha asumido igualmente la jefatura de las Fuerzas Armadas, lo que le corresponde coi istitucionalmente, y ha anunciado la composici¨®n de un nuevo Gobierno, a cuyo frente ha situido al ministro de Asuntos Sociales, Hedi Bacuch, el hombre que lleva personalmente las negociaciones con Libia para la normalizaci¨®n de las relaciones.
El relevo no ha alterado la viea ciudadana, acostumbrada en los ¨²ltimos tiempos a sobresaltos y sorpresas desde el poder, y la calma reinaba ayer en todo el pa¨ªs, incluido T¨²nez capital, donde incluso se desarrollaron alguna; manifestaciones p¨²blicas de apoyo al nuevo presidente. De todas formas, las autoridades dieron la orden de prohibir la salida de nativos por el aeropuerto internacional T¨²nez-Cartago. En medios pol¨ªticos se detectaba cierta satisfacci¨®n, aunque disimulada y con reservas, por el relevo y la forma en que se ha producido. Medios diplom¨¢ticos calificaron la operaci¨®n de "jugada maestra en lo pol¨ªtico" del hasta ahora delf¨ªn, un militar que se considera protegido por Estados Unidos y que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en los servicios de espionaje.
Burguiba permanec¨ªa ayer, de momento y salvo imprevistos, en su palacio de Cartago, a 15 kil¨®metros de T¨²nez capital, con una corte exclusivamente reducida a sus propios m¨¦dicos, personal de servicio y familiares directos, entre ellos su sobrina Saida Sassi, que es quien le ha acompa?ado los ¨²ltimos meses, tanto en la intimidad palaciega como en los actos oficiales, tras su divorcio hace poco m¨¢s de un a?o de Wasila Ben Amar, hoy exiliada en Par¨ªs. El palacio de, Cartago se encontraba a mediod¨ªa de ayer rodeado de fuertes efectivos policiales, que mediante controles imped¨ªan la circulaci¨®n por sus alrededores.
El factor sorpresa
Bien Al¨ª, nombrado primer ministro por Burguiba el pasado 2 de octubre, ha empleado el mismo m¨¦todo utilizado por el depuesto presidente para cambiar, a veces caprichosamente y sin motivaci¨®n pol¨ªtica alguna, a sus peone en el Gobierno, incluidos sus primeros ministros: el factor sorpresa. La radio oficial, a las 6.30, hora en que se suele despertar habitualmente Burguiba y que medios pol¨ªticos consideran su mejor momento diario de lucidez, anunci¨® en un escueto co municado que, "debido a la incapacidad manifiesta", se aplicab el art¨ªculo 57 de la Constituci¨®nEste art¨ªcillo establece que el primer ministro pasa autom¨¢ticamente a ocupar las funciones de presidente de la Rep¨²blica hasta la conclusi¨®n del mandato legislativo, en caso de vacante por "causa de muerte, dimisi¨®n o incapacidad absoluta". Un parte m¨¦dico, firmado por siete doctores a las seis de la ma?ana de ayer, informaba de que, por requerimiento del procurador general de la Rep¨²blica, Hachemi Zemal -curiosamente el juez que conden¨® recientemente a muerte a siete integristas-, se le hab¨ªa realizado un informe m¨¦dico a Burguiba para conocer la evoluci¨®n actual de su estado de salud flisica y mental. "Tras la discusi¨®n y la evaluaci¨®n, constatamos", indica el parte, "que su estado de salud no le permite ejercer las funciones inherentes a su cargo".
El anuncio de la destituci¨®n fue seguido, aunque horas despu¨¦s, por el de un nuevo Gobierno. El presidente Ben Al¨ª nombr¨® como primer ministro a Hedi Bacuch, con una carrera pol¨ªtica consagrada al Partido Socialista Desturiano (PSD, en el poder), del que fue director, y a quien se le considera el artesano de la aproximaci¨®n de T¨²nez a Argelia, pa¨ªses aliados actualmente por el tratado de fraternidad y concordia. Ben Al¨ª ha mantenido en sus cargos a los ministros de Justicia y Defensa, Mohamed Salah. y Slahedine Bali, y ha situado en Asuntos Exteriores al reci¨¦n nombrado embajador en Par¨ªs, Mahmud Mestiri, y en Interior a Habib Amar.
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