'Master'
El secreto del ¨¦xito actual consiste en tener un master en el bolsillo. Poco importa que poseas t¨ªtulos, doctorados, m¨¦ritos, experiencia, presencia o enchufe, sin un master nunca llegar¨¢s a nada. Es la palabra m¨¢gica que abre todas las puertas y cierra todas las bocas. Basta darse una vuelta por las ofertas de empleo de los peri¨®dicos, especialmente las que prometen m¨¢s de seis cifras, para comprobar la importancia de ese nuevo fetiche acad¨¦mico que ni siquiera es posible pronunciar en espa?ol. Todo ese furor por ser titular de un master nos habla muy a las claras de la miseria de nuestros viejos t¨ªtulos universitarios. Resulta que el final de carrera s¨®lo tiene principio como principio de un master. Cre¨ªamos que la masificaci¨®n de la Universidad por lo menos acabar¨ªa con el clasismo de siempre, y ahora irrumpe esa nueva elite universitaria con el misterioso y todopoderoso certificado expedido en el extranjero.Ahora bien, ?qu¨¦ es un master? ?Qu¨¦ diablos ocurre en esos intensivos y costos¨ªsimos cursillos para que de la noche a la ma?ana aquellos licenciados de polifac¨¦tica incapacidad se transformen en lobos financieros de una sola mirada? Por lo visto, el secreto del master est¨¢ basado en el siguiente principio: vamos a tener que derrochar mucha inteligencia si queremos librarnos de la que tuvimos en el pasado. Porque el master, en contra de lo que parece, no es una prolongaci¨®n de los estudios universitarios, sino borr¨®n y cuenta nueva. No se trata de a?adir nuevos saberes, sino de eliminar los viejos.
M¨¢s o menos como los ejercicios espirituales, los cursillos de cristiandad y los retiros del Opus que tantos estragos causaron. El r¨¦gimen de vida de estos ejercicios empresariales parece calcado de las c¨¦lebres instrucciones redactadas por Ignacio de Loyola para sus gimnastas espirituales. Retiro monacal, peque?os lujos, contricci¨®n perfecta, don de lenguas, olvido del pasado, oraci¨®n permanente y esp¨ªritu de casta. Y es un plagio l¨®gico. Lo que vale para invocar a Dios tambi¨¦n sirve para invocar al dinero.
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