La 'cumbre' de Amman
EL REY Hussein de Jordania ha dicho que los resultados de la cumbre de los pa¨ªses ¨¢rabes que acaba de concluir sus sesiones en Amman ha superado las previsiones m¨¢s optimistas. A la luz del comunicado y de las reservas que algunos de los firmantes han planteado al texto que en principio hab¨ªan aprobado, ese juicio puede parecer excesivamente optimista. Pero no se puede subestimar el hecho en s¨ª de que la cumbre haya tenido lugar. Existen tales divisiones en el mundo ¨¢rabe que una reuni¨®n de ese g¨¦nero parec¨ªa imposible. La cumbre ha puesto de relieve un cambio clar¨ªsimo: lo que hoy puede unir al mundo ¨¢rabe es mucho m¨¢s la amenaza de Ir¨¢n que la de Israel. El tema palestino ha estado en segunda fila. En ese orden, el problema n¨²mero uno de la cumbre era lograr la incorporaci¨®n de Siria a un frente ¨¢rabe contra Ir¨¢n. En cierto modo, se ha logrado. El texto condena a Ir¨¢n de modo inequ¨ªvoco. No s¨®lo respalda la resoluci¨®n 598 de la ONU, sino que invita a la comunidad internacional a "adoptar todas las medidas ¨²tiles para llevar a Ir¨¢n a responder a los llamamientos de paz". En cambio, la cumbre no ha decidido ninguna medida por su cuenta, ni siquiera la ruptura con Teher¨¢n, prevista en la reuni¨®n de T¨²nez de los ministros ¨¢rabes de Exteriores en agosto pasado. Ha sido el precio para llegar al acuerdo con Siria, si bien no cabe duda de que ¨¦sta ha tenido que hacer la mayor concesi¨®n.Otro tema central de la cumbre era el restablecimiento de las relaciones con Egipto. Tampoco se puede considerar este problema desligado de la guerra del Golfo, ya que muchos pa¨ªses ¨¢rabes consideran que la amenaza iran¨ª acent¨²a la necesidad de la reincorporaci¨®n de Egipto, el pa¨ªs m¨¢s poderoso de la zona, a la Liga ?rabe. La ruptura con Egipto fue motivada por los acuerdos de ¨¦ste con Israel despu¨¦s de Camp David. Ahora, el marco del problema ha cambiado, sobre todo, como efecto de esa sustituci¨®n de Israel por Ir¨¢n, como centro de mayor amenaza, que se ha producido en la mentalidad de muchos pa¨ªses ¨¢rabes. De nuevo, en este punto, el acuerdo se ha hecho con una soluci¨®n intermedia: la cumbre declara que el restablecimiento de las relaciones con Egipto corresponde a la soberan¨ªa de cada pa¨ªs, sin decidir ella como tal la reincorporaci¨®n de Egipto a la Liga ?rabe. Varios pa¨ªses ¨¢rabes van a restablecer en fecha breve sus relaciones con El Cairo, y ese proceso es irreversible.
En las principales decisiones de la cumbre, y aun que han sido fruto de delicadas concertaciones, pare ce obvio que Siria ha hecho concesiones sustanciales. Esta actitud del presidente Asad se explica por una situaci¨®n econ¨®mica angustiosa, en la que los pa¨ªses ¨¢rabes moderados, que le otorgan fuertes ayudas, est¨¢n en condiciones de presionarle con eficacia. Pero hay, sin duda, otras razones: el fundamentalismo, impulsado por Ir¨¢n, tambi¨¦n le amenaza, y ello se manifiesta directamente en L¨ªbano, donde los grupos jomeinistas crean serias dificultades a la presencia siria. En todo caso, la nueva actitud del presidente Asad al adoptar el texto com¨²n sobre Ir¨¢n, aunque se haya reflejado poco en la Prensa de Damasco, refuerza el aislamiento de Teher¨¢n. Por encima de las resoluciones, lo m¨¢s significativo de la cumbre ha sido, sin duda, la reconciliaci¨®n de los jefes de Estado de Siria e Irak, duramente enfrentados desde hace mucho tiempo. La ruptura entre esos dos Estados tiene ra¨ªces lejanas: ambos est¨¢n gobernados por el partido Baaz, que se proclama pan¨¢rabe y de izquierda, pero se halla escindido entre dos ramas enemigas: una, iraqu¨ª; otra, siria. La divisi¨®n se ahond¨® a causa del apoyo dado por Siria a Ir¨¢n. Por ello, la reconciliaci¨®n parec¨ªa imposible. Ahora, el paso dado es importante, aunque no se puede saber hasta qu¨¦ punto surtir¨¢ efectos pol¨ªticos. La cumbre ha optado por dar prioridad a los gestos de unidad y solidaridad ¨¢rabe a costa de la adopci¨®n de medidas m¨¢s operativas, como la ruptura con Teher¨¢n. De todos modos, no es mucho lo que la Liga ?rabe puede hacer ante una situaci¨®n como la del Golfo, ante la cual no prospera ninguna de las medidas internacionales emprendidas hasta aqu¨ª. En cambio, la cumbre ha logrado iniciar un camino de recuperaci¨®n de la unidad ¨¢rabe. La diplomacia es muchas veces el arte de los peque?os pasos, y en el mundo ¨¢rabe los gestos, los s¨ªmbolos, tienen mucho peso.
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