Gran atasco de ocho horas por la manifestaci¨®n de Prodiecu
La manifestaci¨®n de 2.000 minusv¨¢lidos de Prodiecu iniciada a las once de la ma?ana ocasion¨® ayer que m¨¢s de un mill¨®n de madrile?os sufriera las consecuencias de un inmenso atasco de tr¨¢fico, que se prolong¨® hasta pasadas las ocho de la tarde. Las emisoras locales, recomendaron a los madrile?os que se abstuvieran de utilizar el coche para circular por el centro de la ciudad. La Delegaci¨®n del Gobierno anunci¨® la apertura de expedientes sancionadores a los responsables de la concentraci¨®n, la Federaci¨®n Estatal de Comercio de Comisiones Obreras.
Los manifestantes fueron disueltos por la polic¨ªa, alrededor de las 20 horas. Durante los incidentes no se registraron ni detenciones ni heridos, aunque algunas personas resultaron contusionadas. Una hora despu¨¦s se restableci¨® el tr¨¢fico en la zona de la avenida de la Castellana, en el centro de Madrid. La polic¨ªa realiz¨® posteriormente algunas cargas espor¨¢dicas contra grupos de minusv¨¢lidos que permanec¨ªan por la zona y que arrojaron objetos contundentes contra la fuerza p¨²blica.La manifestaci¨®n de m¨¢s de 2.000 minusv¨¢lidos -15.000 seg¨²n los organizadores- procedentes de toda Espa?a caus¨® atascos desde el mediod¨ªa y hasta pasadas las ocho de la tarde. Los mayores embotellamientos se produjeron en un radio de tres kil¨®metros alrededor de la plaza de Col¨®n.
Prodiecu es una sociedad an¨®nima que explota un cup¨®n ?legal que vende cerca de 12.000 trabajadores, una parte de los cuales (dif¨ªcil de precisar oficialmente) son minusv¨¢lidos. Tras las actuaciones de Interior encaminadas a desmantelar esta sociedad, CC OO convoc¨® esta manifestaci¨®n para exigir el mantenimiento de los puestos de trabajo.
Colas interminables
La manifestaci¨®n discurri¨® entre la glorieta de Alonso Mart¨ªnez y la plaza de Col¨®n, a lo largo de la calle de G¨¦nova. Los trabajadores estaban autorizados a expresar su protesta por las aceras. Sin embargo, al filo del mediod¨ªa ocuparon los carriles centrales de la calle de G¨¦nova, taponaron con autocares el acceso a la calle de Serrano y poco despu¨¦s hicieron una sentada en la plaza de Col¨®n, que se prolong¨® hasta ¨²ltima hora de la tarde. En el paseo de la Castellana, y en las calles de G¨¦nova, Sagasta, Carranza, Alberto Alcocer, Serrano, Goya y Vel¨¢zquez se formaron interminables colas de veh¨ªculos.
La Polic¨ªa Municipal intent¨® desviar el tr¨¢fico, pero ante las agresiones de los automovilistas, seg¨²n testigos presenciales, algunos agentes decidieron retirarse.
La Delegaci¨®n del Gobierno en Madrid anunci¨® que ha incoado expedientes sancionadores a los responsables de la concentraci¨®n, la Federaci¨®n Estatal de Comercio de CCOO, por considerar que incumplieron el compromiso de caminar por la acera y evitar que se produjeran cortes de tr¨¢fico en la capital madrile?a.
En una nota oficial, la Delegaci¨®n resalta que "dadas las caracter¨ªsticas especiales del colectivo" de la manifestaci¨®n no se quiso en principio "intervenir por la fuerza".
Valent¨ªn Medel, concejal de Circulaci¨®n, calific¨® ayer la manifestaci¨®n como "ocupaci¨®n ?legal y secuestro de la ciudad".
"El Ayuntamiento", asegur¨®, "es impotente para regular la vida de la ciudad, ante problemas que son de competencia exclusiva de la Delegaci¨®n del Gobierno".
Los organizadores de la protesta manifestaron que los incidentes se originaron al negarse los manifestantes a dispersarse porque no fueron recibidos por el subsecretario del Ministerio del Interior, Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Palac¨ªn. La sede de este departamento est¨¢ situada en la Castellana, en la misma zona donde se realiz¨® la concentraci¨®n. La misiva que los manifestantes quer¨ªan hacer llegar a Palac¨ªn fue recogida por un funcionario, que desconoc¨ªa el problema.
Medio centenar de minusv¨¢lidos decidieron permanecer durante toda la noche en la plaza de Col¨®n con el fin de hacer patente sus reivindicaciones, seg¨²n inform¨® Europa Press. La Cruz Roja prometi¨® entregarles mantas, alimentos y medicinas para que pasaran la noche sin problema.
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