El gigante de vinilo
CBS es la primera compa?¨ªa discogr¨¢fica en ventas: en 1985 superaba a la WEA (Warner Elektra Atlantic) en 300 millones de d¨®lares. Y su historia se remonta a los albores del sonido grabado: fue fundada en 1888 corno Columbia Graphophone Company. Editaron discos y cilindros hasta 1912, cuando ya se decantaron definitivamente por los discos. Esta visi¨®n del futuro les ha acompa?ado a lo largo de su existencia: en 1948, la Columbia fue la patrocinadora del formato de microsurco de larga duraci¨®n (elep¨¦) aunque su inmersi¨®n ea otros proyectos -como el sonido cuadrof¨®nico- no tuvo tanta fortuna.La compa?¨ªa pas¨® un bache en 1923 al sufrir la competencia de la radio. A pesar de ser pionera en la grabaci¨®n de jazz y de instrumentistas como Pablo Casals, tuvo que ponerse en manos de sus acreedores. Las recuper¨® en 1928 al contratar al director de orquesta Paul Whiteman, autotitulado rey del jazz, entrando en una nueva era de prosperidad a partir de 1939 gracias a las orquestas de Count Basie, Benny Goodiman y Harry James. Para entonces ya era una rama de CBS, cadena de radio que pronto se transformar¨ªa en l¨ªder de la televisi¨®n norteamericana (all¨ª, la divisi¨®n discogr¨¢fica funcion¨® como Columbia Records, mientras que en el resto del mundo se usaba las iniciales CBS para distinguirla de la empresa hom¨®nima brit¨¢nica).
El rock and roll pill¨® descolocada a la CBS, cuyo director art¨ªstico (Mitch Miller) era opuesto a tales delirios juveniles. Johnny Ray, Frankie Laine, Johnny Mathis y Doris Elay fueron sus soportes hasta que se actualiz¨® en los a?os sesenta. Su m¨¢s famoso caza talentos, John Hammond, fich¨® a Bob Dylan en 1962, abriendo la puerta a los sonidos del foIk-rock (Byrds, Simon and Garfunkel) pero el art¨ªfice de la renovaci¨®n fue un ambicioso ejecutivo llamado Clive Davis, que conect¨® con la contracultura de 1967 y cambi¨® la imagen de la compa?¨ªa al atraerse a Janis Joplin, Santana o Johnny Winter, aparte de potenciar el fen¨®meno del jazz-rock que convirti¨® a Miles Davis en una superestrellla.
Clive Davis fue despedido en 1973, inici¨¢ndose as¨ª una etapa insegura: incluso Bob Dylan lleg¨® a alejarse temporalmente de CBS. La compa?¨ªa naveg¨® a la deriva durante varios a?os, aunque una serie de contratos de distribuci¨®n (como el de los autores del sonido Filadefia) enmend¨® el balance final. Al mismo tiempo, empezaba a despuntar otro fichaje: Bruce Springsteen. Y la contrataci¨®n de los Jackson servir¨ªa para el posterior lanzamiento de Michael Jackson en solitario.
Aparte de su potencia de los m¨¢s diversos campos musicales, CB S mantiene su liderazgo gracias a sus asociadas perif¨¦ricas, que tienen libertad para desarrollar cat¨¢logos propios: de Espa?a surgi¨® la idea de contratar a Julio Iglesias, ahora uno de los grandes vendedores en todo el mundo. A pesar de que el departamento art¨ªstico suele optar m¨¢s por la cantidad que por la calidad (su porcentaje de descubrimientos es bajo en comparaci¨®n con el inmenso n¨²mero de lanzamientos), CBS goza de justa fama como vendedora y promocionadora de sus productos, superando la miop¨ªa de sus contrataciones con millonarios fichajes de artistas conocidos o la financiaci¨®n de nuevos sellos (como el neoyorquino Def Jam) saben manejar el poderoso lenguaje del dinero y adaptarse a los recovecos del mercado global.
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