El enigm¨¢tico Karl Erik Smitz

El fabricante de armas sueco Bofors empez¨® a recibir en 1982 pedidos iran¨ªes de municiones y detonadores. Para asegurar una mayor discreci¨®n en las entregas encarg¨® la operaci¨®n a Karl Erik Smitz, que desde Estocolmo dirige la empresa Scandinavian Commodities.Bofors no estaba en condiciones de satisfacer el apetito armamentista de los iran¨ªes, y otras tres empresas -Muiden Chimie de Holanda, Poudreries R¨¦unies de Belgique (PRB), Gechem y la Soci¨¦t¨¦ Nationale des Poudreries et Explosifs, francesa- le ayudaron en esa tarea. En menor medida tambi¨¦n colaboraron con Bofors fabricantes alemanes, brit¨¢nicos y finlandeses y Santa B¨¢rbara.

Para transportar las armas, Smitz, seg¨²n la Prensa de Copenhague, fleta barcos de algunos armadores daneses. Todos atracan en puertos espa?oles, sobre todo en Valencia y Santander. El tr¨¢fico se desarrolla con especial intensidad durante los a?os 1984, 1985 y hasta octubre de 1986.

Smitz es el personaje conocido m¨¢s importante del tr¨¢fico europeo de armas y municiones hacia Ir¨¢n. Scandinavian Commodities aparece una y otra vez en numerosos casos de tr¨¢fico ilegal de armas.

Smitz tiene 52 a?os. Su despacho est¨¢ en Malmoe (Suecia), pero cuenta con representaciones en todas las principales plazas de negocios del mundo. Es propietario de varias empresas de exportaci¨®n e importaci¨®n, dedicadas a alimentos animales, fertilizantes, papel, inform¨¢tica, transportes y az¨²car. Seg¨²n la Prensa sueca, su ¨²ltimo negocio es el montaje, llaves en mano, de dos f¨¢bricas de armamento en Ir¨¢n con tecnolog¨ªa norteamericana. Todo ello puede llevar a pensar que hay un ¨²nico Irangate, europeo y norteamericano, con innumerables ramificaciones. El asunto ha sido objeto en Suecia dos investigaciones oficiales. A manos del ombudsman sueco lleg¨® la agenda de uno de los responsables de Bofors en la que estaban anotadas las fechas de algunas reuniones informales celebradas en ciudades europeas en las que el fabricante: sueco y sus socios europeos se repart¨ªan pedidos iran¨ªes.

La Prensa sueca ha especulado sobre que el misterioso asesinato de Olof Palme, en 1986, pudo tener alguna relaci¨®n con este asunto. Otra muerte que ha sido tambi¨¦n asociada con el Irangate sueco es la del inspector general de las fuerzas armadas que tambi¨¦n hab¨ªa empezado a indagar sobre el asunto. K. F. Algernon fue atropellado por un metro. Una minor¨ªa de los testigos no dud¨® en afirmar que le hab¨ªan empujado bajo las ruedas. La investigaci¨®n concluy¨® que se hab¨ªa suicidado.