La honorable Cicciolina y el cuerpo del delito
El Parlamento italiano decidir¨¢ si autoriza el procesamiento por obscenidad de la diputada 'porno' Ilona Staller
La patata caliente pasa a manos del Parlamento. La Comisi¨®n de Suplicatorios, formada por 16 diputados de los diversos partidos del Gobierno y de la oposici¨®n, ha decidido -por 10 votos contra 3 y 3 abstenciones- que las C¨¢maras legislativas italianas voten si autorizan procesar a la diputada radical Ilona Staller, Cicci¨®lina, de 37 a?os, acusada por nueve tribunales de justicia de "obscenidad". La discusi¨®n de los diputados, aparte de compleja, ser¨¢, sin duda, toda una caja de Pandora de an¨¦cdotas y frases ingeniosas.
La misma Cicciolina -que gan¨® su esca?o en las elecciones del pasado verano en las listas del Partido Radical- ha pedido, primero a la comisi¨®n y posteriormente al Parlamento, que se autorice su procesamiento. Quiere, como ha explicado, servirse del proceso para hacer una campa?a contra el art¨ªculo 528 del C¨®digo Penal -que proh¨ªbe fomentar la elaboraci¨®n y divulgaci¨®n de literatura e im¨¢genes obscenas- y a favor de la liberalizaci¨®n de todo lo que hoy se condena como porno.Tanto la comisi¨®n como el Parlamento, para poder dar tal autorizaci¨®n a los jueces, necesitan ver el cuerpo del delito. Y en este caso dicho cuerpo hace sonrojar a los honorables. Los jueces, en efecto, han enviado una serie de revistas y fotograf¨ªas en las que la famosa diputada aparece en su piel de actriz porno.
Cuando los miembros de la -omisi¨®n tuvieron que examinar la documentaci¨®n, el pasado mi¨¦rcoles, la escena fue, al parecer, muy divertida. Hab¨ªa tres diputadas de sectores opuestos al radicalismo: la democristiana Ombretta Fumagalli, la comunista Edda Fagni y la demoproletaria Bianca Guidetti Serra.
Se abre una revista. La primera escena muestra a Cicciolina pose¨ªda por m¨ªster 35 cent¨ªmetros en todas las posiciones y por diversas v¨ªas. Corto silencio. El neofascista Valenzisi dice: "Contemplen y juzguen ustedes mismos". La demoproletaria se niega a mirar. "Cada uno es libre", dice, "de dejarse fotografiar como quiere. Creo que ni vale la pena discutir". M¨¢s curiosa, la democristiana pide: "D¨¦jenme darle un vistazo". Las fotos la turban, lee el texto. "?Yo me quedo sin respiraci¨®n!", dice, casi tartamudeando. "?Y a¨²n tienen ustedes el coraje de hablar de fumus persecutionis! Tal vez hemos sido demasiado indulgentes con la compa?era hasta ahora".
La comunista Edda Fagni mira, y comenta: "Si quieren procesar a Cicciolina, ?por qu¨¦ no tambi¨¦n a este m¨ªster 35 cent¨ªmetros, que es quien la est¨¢ violentando?". El republicano Guglielmo Castagnetti pregunta: "Pero ?estamos seguros de que se trata de un delito?". "Porque", a?ade, "publicaciones como ¨¦stas se pueden comprar en cualquier quiosco y ya no escandalizan a los adultos". Alguien acusa a los magistrados de machistas y de querer aprovecharse de Cicciolina para hacerse "publicidad f¨¢cil".
Pero despu¨¦s, en el secreto de la votaci¨®n, 10 de los 16 miembros bajaron su dedo acusador para hacer posible que el caso siguiera adelante.'
'Mister 35-cent¨ªmetros'
La escena se repetir¨¢ en el Parlamento. Ya hay quien hace sabrosos comentarios imagin¨¢ndose a hist¨®ricos como Giulio Andreotti o Amintore Fanfani analizando si los coitos naturales o no naturales de la onorevole Cicciolina con m¨ªster 35 cent¨ªmetros son o no dignos de llevarse hasta los mism¨ªsimos tribunales de justicia de la Rep¨²blica.El caso Cicciolina tuvo, en Bruselas, otras derivaciones. Los 518 diputados del Parlamento Europeo no podr¨¢n disfrutar del libro-regalo ilustrado con fotograf¨ªas en las que la estrella porno y parlamentaria italiana aparece copulando. El presidente de la Asamblea de Estrasburgo, el brit¨¢nico lord Plumb, ha decidido devolverlos al remitente porque las fotograf¨ªas de Cicciolina son "totalmente asquerosas" y el Parlamento Europeo debe "proteger su dignidad". Para salvaguardar esa misma dignidad, Plumb se pronunci¨® el mes pasado contra la instalaci¨®n en la Asamblea de distribuidores autom¨¢ticos de preservativos, a pesar de que alg¨²n que otro eurodiputado opinaba que constituir¨ªa un buen ejemplo en materia de lucha contra el SIDA.
Recibidos por correo a finales de octubre, los libros son una cr¨ªtica sesuda del neofascismo italiano escrita por un profesor desconocido, Angelo Ciarbone, ilustrada con numerosas fotograf¨ªas de Cicciolina y publicada por una misteriosa Edizione Internazionale. Plumb, que ha conservado un ejemplar "como prueba", ha enviado al editor, junto con los libros devueltos, una carta en la que justifica su decisi¨®n en base a la legislaci¨®n de los Estados miembros de la Comunidad Europea que prohibe la distribuci¨®n y venta de literatura pornogr¨¢fica por correo.
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