La Mafia aguarda
Visto para sentencia el proceso celebrado durante 20 meses en Palermo contra el crimen organizado
Ha llegado la hora de la verdad para el proceso monstruo a la Mafia, que ha durado en Palermo 20 meses, con un total de 347 audiencias p¨²blicas y 1.800 horas de investigaci¨®n sobre 460 presuntos implicados en la violencia mafiosa. Los ocho miembros del jurado -dos magistrados y seis jueces populares- est¨¢n encerrados a cal y canto desde hace dos semanas, incomunicados como cartujos, encargados de dictar sentencia. Los fiscales han pedido para los procesados 28 cadenas perpetuas y un total de 5.000 a?os de c¨¢rcel.
Los jueces han calculado que el veredicto ser¨¢ emitido antes de Nochebuena. Uno de los implicados ha recordado que fueron tambi¨¦n 40 d¨ªas los que Jes¨²s pas¨® solo en el desierto, y a?adi¨® con iron¨ªa mafiosa que tampoco a los jueces, como al Mes¨ªas, les faltar¨¢n "demonios tentadores".El presidente del tribunal es el juez Alfredo Giordano, a quien los abogados defensores trataron de recusar, sin conseguirlo, en una de las audiencias m¨¢s dram¨¢ticas del proceso. Tiene 57 a?os, era profesor de derecho privado en la facultad de Ciencias Pol¨ªticas de Palermo y es un apasionado de la historia. Es hijo de magistrado y hace yoga. De ¨¦l se dice que es un conservador "recto e independiente".
El segundo juez es Pietro Grasso. Llev¨® el caso del asesinato del presidente de la regi¨®n siciliana, el democristiano Piersanto Mattarella, en 1980. Est¨¢ en la magistratura desde los 17 a?os, y casi siempre ha trabajado en asuntos relacionados con la Mafia. Los jueces populares son cuatro mujeres y dos hombres. Gente de mediana cultura, empleados y maestros de escuela.
Los ocho miembros del jurado est¨¢n encerrados en una sala-bunker, llamada la Sala Verde, que ha sido acondicionada como vivienda. Los dos magistrados tienen habitaciones individuales, mientras que los dem¨¢s tienen que compartirla en pareja. Cuentan con una sala de reuni¨®n, y carecen de tel¨¦fono, televisi¨®n, radio y Prensa escrita. Por supuesto, no pueden recibir correo, y los encargados de la limpieza y la cocina realizan sus tareas cuando ellos est¨¢n reunidos. El ¨²nico medio de comunicaci¨®n con el exterior es un ordenador que est¨¢ conectado con el tribunal de Palermo para pedir, si lo necesitan, informaciones de archivo.
Durante el proceso, que se inici¨® el 10 de febrero de 1986, ha sido asesinado Claudio Domino, de 12 a?os, hijo del propietario de la empresa encargada de limpiar la sala-bunker. Tambi¨¦n tres de los acusados han sido asesinados antes de que se dicte la sentencia. Y eso, a pesar de que m¨¢s de 2.000 agentes vigilaban la sala Y sus alrededores y que tanto los arrepentidos como los inculpados hac¨ªan sus necesidades en una especie de confesonario con cristales antibala.
Durante el proceso, al que asistieron durante las primeras semanas m¨¢s de 1.000 enviados especiales, pas¨® de todo para acabar con ¨¦l. Hubo momentos muy dram¨¢ticos, como cuando habl¨® el gran arrepentido Tommaso Buscetta, llegado exprofeso desde una c¨¢rcel de Estados Unidos, que con sus confesiones implic¨® a casi 500 personas. O cuando se present¨® Salvatore Contorno, considerado el "pistolero m¨¢s h¨¢bil de la Mafia" al servicio del pr¨ªncipe Stefano Bontade. O cuando entr¨® en la sala Luciano Liggio, el verdadero jefe de los jefes de la Mafia, seg¨²n Buscetta, acusado de 70 homicidios. O Michele Greco llamado el Papa.
Los pol¨ªticos declararon
Otro de los momentos m¨¢s tensos fue cuando Grasso pidi¨® que declararan como testigos algunos pol¨ªticos, entre ellos el ministro de Asuntos Exteriores, Giulio Andreotti. Grasso gan¨® la batalla s¨®lo a medias debido a que los pol¨ªticos se acogieron a una antigua ley que permite a los ministros declarar fuera de la sala del proceso y a puerta cerrada. Lo hicieron en Roma, adonde tuvo que trasladarse el presidente del tribunal.La defensa espera que funcione su estrategia. En su opini¨®n, el proceso s¨®lo se basa en la hip¨®tesis de Buscetta de que un comando estrat¨¦gico, guiado por el Papa, Michele Greco, es el responsable de 76 homicidios. Y que era la c¨²pula de la Mafia la que decid¨ªa los cr¨ªmenes. Todos los dem¨¢s eran simples mandados o gregarios. Los abogados rechazan esta tesis arguyendo que en jurisprudencia la culpa es siempre "personal" y que en la Constituci¨®n no existe "la Mafia como organizaci¨®n". El problema ¨²ltimo es si deben ser condenados s¨®lo los ejecutores de un crimen, como hasta ahora se ha hecho, o tambi¨¦n sus estrategas.
Del resultado de esta sentencia depender¨¢ la posibilidad de abordar el llamado proceso Ter, es decir, el relativo a las responsabilidades de los pol¨ªticos en la historia de la Mafia. Si los jueces rechazasen la tesis de Buscetta ser¨ªa in¨²til ir a buscar responsabilidades a m¨¢s alto nivel. Si, al contrario, son condenados a cadena perpetua los Liggio, Calo, Greco, Contorno etc¨¦tera -es decir, la c¨²pula organizadora del r¨ªo de sangre que ha corrido estos a?os por Sicilia y por media Italia-, entonces podr¨ªa iniciarse el proceso a los pol¨ªticos que permitieron a dicha c¨²pula vivir, crecer y actuar impunemente a cambio de favores.
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