El Rey promete ayuda espa?ola a Nepal
El rey Juan Carlos prometi¨® ayer ayuda y cooperaci¨®n a Nepal, uno de los 10 pa¨ªses m¨¢s pobres de la Tierra, adonde los Reyes de Espa?a y la infanta Cristina llegaron a las cinco de la tarde de ayer, hora local (mediod¨ªa en la Pen¨ªnsula), procedentes de Tailandia. Un impresionante recibimiento, con decenas de miles de personas congregadas en las calles desde el aeropuerto de Triblitivan hasta el centro de Katmand¨², aguardaba a los Reyes de Espa?a, recibidos al pie del avi¨®n, con un colorista ceremonial, por los reyes Birendra y Aisbwarya. Comenzaba as¨ª la segunda y ¨²ltima etapa del viaje a Asia de don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa, que permanecer¨¢n en Nepal hasta el mi¨¦rcoles.
ESPECIALUn mosaico de grupos ¨¦tnicos, escolares que hac¨ªan ondear banderas espa?olas, grupos folcl¨®ricos y curiosos de todo tipo, ataviados de las maneras m¨¢s diversas que imaginarse pueda, se api?aban en los bordes de la carretera que conduce al centro de Katmand¨², adornada con numerosos arcos en los que se daba la bienvenida a los jefes de Estado espa?oles y se deseaba larga vida a la amistad hispano-nepal¨ª. Luego, los reyes Juan Carlos y Birendra, ambos de uniforme, recorrieron el centro de la ciudad en una carroza tirada por cuatro caballos, seguida por otra carroza similar en la que viajaban las dos reinas. Orquestas de gaiteros, de gurjas, de soldados de todas las armas se turnaban en ofrecer un contrapunto musical al colorido ambiental.Tras la ceremonia de entrega de llaves de la ciudad, los reyes nepal¨ªes ofrecieron a don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa una cena de gala, en la que el monarca espa?ol resalt¨® que el Gobierno "se esfuerza permanentemente en impulsar y profundizar las relaciones con todos los pa¨ªses del mundo y, cada vez m¨¢s, con el continente asi¨¢tico; fruto de esta disposici¨®n es este viaje que, con gran inter¨¦s, realizamos ahora la Reina y yo". Don Juan Carlos tambi¨¦n se declar¨® "solidario en la b¨²squeda de justas soluciones para los problemas de desarrollo pol¨ªtico, social y econ¨®mico de todos los pa¨ªses". Tambi¨¦n reiter¨® el rey de Espa?a el apoyo de nuestro pa¨ªs a la declaraci¨®n de Nepal como zona de paz, hecha por Birendra en 1979 y a la que desde entonces se han adherido 90 pa¨ªses, lo que confirma la activa diplomacia nepal¨ª, actividad muy superior en peso y eficacia a lo que corresponder¨ªa a una naci¨®n cuya renta per c¨¢pita apenas supera los 160 d¨®lares.Poder teocr¨¢tico
La pobreza y el atraso son patentes en un pa¨ªs de incre¨ªbles bellezas naturales, que hasta 1950 estuvo pr¨¢cticamente cerrado al exterior y que s¨®lo en 1925 declar¨® oficialmente abolida la esclavitud. Sobre sus 16 millones de habitantes, pertenecientes a muy diversas etnias y divididos en castas, mostr¨¢ndose una vez m¨¢s la influencia india, reina desde 1975 Birendra, dotado de un poder casi teocr¨¢tico. Educado en Eton y en EEUU, Birendra, hijo del rey Mahendra, logr¨® refrendar, en consulta celebrada en 1980, el sistema de democracia panchayat, basado en un complicado sistema de representaci¨®n local y distrital que excluye los partidos pol¨ªticos e incluye un severo control de los m¨¢s de 50 peri¨®dicos existentes en Nepal. La Constituci¨®n declara al rey "adepto de la cultura aria y la religi¨®n hind¨²", practicada esta ¨²ltima por el 86% de la poblaci¨®n, mientras que un 9% es budista -se les tolera, pero no se les permite el proselitismo- y un 3% musulm¨¢n.
Es muy escaso el contenido pol¨ªtico que la visita de los reyes de Espa?a puede tener a un pa¨ªs en el que existe una colonia de nueve espa?oles y con el que los intercambios comerciales no sobrepasan, entre importaciones y exportaciones, el mill¨®n de d¨®lares. Pese a su papel en el movimiento de los no alineados y en la naciente asociaci¨®n surasi¨¢tica de cooperaci¨®n regional, Ve acaba de celebrar su tercera cumbre en Katmand¨², son muy escasos los puntos de conexi¨®n con la pol¨ªtica de la Comunidad Europea en general y con Espa?a en particular. As¨ª,este viaje adquiere su aut¨¦ntica dimensi¨®n como devoluci¨®n de la visita que los reyes nepal¨ªes realizaron a Espa?a en 1983 y como conocimiento de una realidad muy diferente a la espa?ola. Desde su habitaci¨®n en el palacio de Narayanhity, los reyes de Espa?a pudieron contemplar los magn¨ªficos atardeceres sobre la cumbre del Himalaya, que domina toda la ciudad de Katmand¨²; la Reina, por su parte, podr¨¢ profundizar en sus conocimientos de la filosof¨ªa hind¨².Las cr¨ªticas de Amnist¨ªa Internacional contra la represi¨®n pol¨ªtica -especialmente dura en los casos de terrorismo del grupo Liberty- no impiden que todos los sectores del pa¨ªs veneren a Birendra, un hombre de 41 a?os que ha sabido mantener la fidelidad popular hacia la monarqu¨ªa.
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