El protocolo impidi¨® a la Reina visitar al ni?o-lama espa?ol

El turismo de car¨¢cter religioso en un pa¨ªs en el que la religi¨®n ocupa un lugar primordial en la organizaci¨®n pol¨ªtica y social tuvo ayer un papel destacado en la pen¨²ltima jornada de la visita de los Reyes de Espa?a a Nepal. Los compromisos protocolarios impidieron a la Reina acudir a visitar al ni?o-lama, Osel Hita, un granadino de casi tres a?os de edad residente en el monasterio budista de Ko Jopan, a unos 20 kil¨®metros de Katmand¨².

Osel, constantemente visitado por los numerosos turistas espa?oles que viajan cada a?o a Nepal, se ha convertido, en palabras de un monje sherpa residente en Kopan, en "el espa?ol m¨¢s conocido de Nepal, despu¨¦s, naturalmente, del rey Juan Carlos".Budismo e hinduismo se entremezclan confusamente en los abundantes monumentos que proliferan en las calles de Katmand¨² y en las de Patan Patan, en las afueras de la capital nepal¨ª. Los reyes Juan Carlos y Sof¨ªa, acompa?ados por el hermano del rey Birendra, visitaron ayer los templos de Patan, fundada, con el nombre original de Lalitpur, alrededor del siglo X.

Patan se encuentra repleta de templos de diversas ¨¦pocas, como los de Jagat Narayan, Krishna Mandir, Mahabouddha -una obra maestra de la terracota- o Rudra Varna. Rodeados por la curiosidad y el afecto populares, que jam¨¢s han faltado en esta visita a Nepal, los Reyes de Espa?a recorrieron detenidamente Patan, sus templos y las estatuas de la diosa Vishnu, M mono sagrado Hamman y del p¨¢jaro santo Garuda, siempre acompa?ados por el sonido de bandas folcl¨®ricas espont¨¢neas a lo largo del trayecto. La reina, gran aficionada al estudio de las filosof¨ªas orientales, tanto por inclinaci¨®n personal como por herencia materna, apenas pod¨ªa contener su entusiasmo ante un espect¨¢culo tan ins¨®lito.

El rey Juan Carlos se?al¨®, en un discurso de apenas unos minutos, pronunciado ayer con ocasi¨®n de la recepci¨®n ofrecida por el Ayuntamiento de Katmand¨², que su estancia en Nepal les va a dar "ocasi¨®n de comprobar c¨®mo la rica herencia del pasado ha dotado a esta ciudad de unas se?as de identidad de incomparable majestuosidad y monumentalismo".

El r¨ªgido protocolo a que se encuentra sometida esta visita real a Nepal impidi¨® que la reina Sofia acudiese a visitar privadamente al ni?o-lama, Osel Hita, un granadino pr¨®ximo a cumplir los tres a?os y que, seg¨²n la creencia budista, es la reencarnaci¨®n del lama Yeshel, quien, en los ¨²ltimos 20 a?os, fund¨® m¨¢s de 30 centros de estudio del budismo en pa¨ªses occidentales, entre ellos Espa?a. Osel acude a cumplimentar a sus visitantes balbuceando una mezcla de castellano e ingl¨¦s.