Shultz y Shevardnadze guardan celosamente sus cartas en Ginebra

"Directas y constructivas. Siempre ha sido as¨ª en estas conversaciones", dijo el secretario de Estado George Shultz. "Es una tradici¨®n", replic¨® su hom¨®logo sovi¨¦tico, Edvard Shevardnadze, "pero en cuanto a los resultados, hablaremos ma?ana [por hoy]". "Realmente no nos han sacado mucho", coment¨® el sovi¨¦tico. No se refer¨ªa a los norteamericanos, sino a la Prensa. La primera jornada de los dos d¨ªas de conversaciones en Ginebra entre los jefes de las diplomacias de las dos superpotencias fue, a pesar del bloqueo informativo, muy activa.

Ambas partes se esforzaban por ultimar, cron¨®metro en mano, el primer acuerdo de desarme de la era nuclear, el que eliminar¨¢ todos Ios misiles de alcance intermedio que poseen Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica.No hay sensaci¨®n de crisis en esta reuni¨®n que se cerrar¨¢ hoy en la ciudad suiza. Todo lo contrario, y ello al cabo de 34 meses de negociaciones y a dos semanas justas de la cumbre en Washington entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov.

Tan seguras parec¨ªan ayer ambas partes que portavoces de las dos delegaciones se?alaron que en¨¢ previsto que Reagan y Gorbachov firmen el acuerdo sobre eviromisiles en la primera jornada oficial, el 8 de diciembre, de la cumbre, a fin de dejar los restantes dos d¨ªas para abordar otras cuestiones en profundidad. Gorbachov llegar¨¢ a Washington el 7 de diciembre, pero hasta el d¨ªa siguiente no comenzar¨¢ la visita oficial.

La reuni¨®n de ayer en Ginebra, que debe concluir hoy con conferencias de prensa de ambos ministros y un desayuno de trabajo el mi¨¦rcoles, empez¨® a las diez de la ma?ana en la misi¨®n sovi¨¦tica (por la tarde se celebr¨® en la misi¨®n norteamericana) con un encuentro entre Shultz y Shevardnadze. Poco despu¨¦s se reun¨ªan las delegaciones en sesi¨®n plenaria y, 30 minutos m¨¢s tarde, los negociadores sobre euromisiles, con instrucciones de sus superiores, comenzaban a trabajar por separado. Otro grupo trataba de problemas regionales y bilaterales.

El orden del d¨ªa

Shultz y Shevardnadze se dedicaron entonces a preparar el orden del d¨ªa de la cumbre y a abordar otras cuestiones distintas de los euromisiles. En este grupo central se sentaban por parte norteamericana, adem¨¢s de Shultz, Colin Powell -que se estrenaba internacionalmente como consejero de seguridad nacional- y Rosanne Ridgway, subsecretaria de Estado para Asuntos Exteriores. Por parte sovi¨¦tica acompa?aban a Shevardnadze el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas sovi¨¦ticas y n¨²mero dos del Ministerio de Defensa, Sergei Ajromeyev, y el ministro de Asuntos Exteriores encargado de derechos humanos, Anatoli Adamichin.La presencia de Ajromeyev ha sido muy bien recibida por la delegaci¨®n de Estados Unidos, que espera que se puedan concluir as¨ª los detalles pendientes de las 150 p¨¢ginas del acuerdo sobre euromisiles. De concretarse este acuerdo, las delegaciones abordar¨¢n hoy las perspectivas de reducci¨®n de armas estrat¨¦gicas y la cuesti¨®n de las defensas espaciales, seg¨²n se?al¨® Charles Redman, portavoz del Departamento de Estado. Cabe destacar, por su significado en todo el proceso de estas negociaciones, la escasa representaci¨®n del Pent¨¢gono en las conversaciones.

Respecto a los misiles de alcance intermedio, los principales problemas se refieren a su verificaci¨®n, pero parece que ha habido un avance por parte norteamericana. A cambio de poder inspeccionar las f¨¢bricas e instaIaciones de SS-20 (de alcance intermedio) y SS-25 (estrat¨¦gicos) Sovi¨¦ticos, misiles que se parecen, Washington habr¨ªa aceptado el acceso sovi¨¦tico a algunas ?le sus ?instalaciones en EE UU.

M¨¢s all¨¢ de los euromisiles, que s¨®lo representan un 4% del arsenal nuclear de las superpotencias, Shultz afirm¨® en el avi¨®n que le trajo de Washington a Gimebra que "es posible acordar un tratado sobre armas estrat¨¦gicas y ratificarlo en 1988".

Una de las cuestiones regionales que las delegaciones de EE UU y la URSS abordaron ayer fue la retirada sovi¨¦tica de Afganist¨¢n.