Los ocho presidentes reunidos en Acapulco propugnan la unidad de Am¨¦rica Latina

Los ocho presidentes de Am¨¦rica Latina reunidos en Acapulco (M¨¦xico) inauguraron ayer oficialmente su cumbre de tres d¨ªas con discursos, en los que conjuraron la necesidad de la unidad de Am¨¦rica Latina y destacaron el car¨¢cter hist¨®rico de su encuentro. El presidente peruano, Alan Garc¨ªa, obtuvo las mayores ovaciones durante su intervenci¨®n, que se enmarc¨®, principalmente, en el tema de la deuda externa de los pa¨ªses latinoamericanos.

De traje oscuro, se presentaron los presidentes Ra¨²l Alfons¨ªn de Argentina, Alan Garc¨ªa de Per¨² y Jos¨¦ Sarney de Brasil. Los presidentes Miguel de la Madrid de M¨¦xico, Virgilio Barco de Colombia, Julio Sanguinetti de Uruguay y Jaime Lusinchi de Venezuela, se vistieron de gris. Un traje claro llevaba el presidente de Panam¨¢ Eric del Valle. Pr¨¢cticamente los ocho presidentes afirmaron la necesidad de la unidad de Am¨¦rica Latina, reconocieron que se trata de un objetivo a largo plazo, pero se?alaron la cumbre de Acapulco como un primer paso. El brasile?o Sarney dijo: "Vamos hacia la unidad. Si somos capaces de plantar esas se"llas, el futuro ser¨¢ nuestro". Para el peruano Alan Garc¨ªa "no hay causa m¨¢s grande, ni revoluci¨®n m¨¢s profunda que la unidad de Am¨¦rica Latina ( ... ), para que nuestros pueblos vivan sin tutelaje ni dominaci¨®n" y apel¨® a "no cerrar nuestras fronteras a la historia".Garc¨ªa fue quien tras su intervenci¨®n cosech¨® los mayores aplausos. Tambi¨¦n fue quien denunci¨® con m¨¢s dureza la deuda externa: "El eje fundamental de nuestros problemas", .el capital que recibe como intereses la pobreza de nuestros pueblos". Garc¨ªa declar¨® que la deuda es impagable en las condiciones que los bancos exigen, pero "el temor se ha roto" porque varios pa¨ªses han limitadolos pagos y "nada ha ocurrido" y "el problema es, pues, ahora de los acreedores". Preconiz¨® Garc¨ªa una actuaci¨®n colectiva, aunque reconoci¨® que "actuar colectivamente no significa adoptar todos el mismo m¨¦todo". El presidente peruano se pronunci¨® por "f?jar una tasa de inter¨¦s latinoamericana", porque "no estamos obligados a pagar, con los intereses, el dispendio de los ricos" y apel¨® a "no pagar m¨¢s que lo que la econom¨ªa pueda pagar, y no pagar, si no se puede". Cuando Garc¨ªa concluy¨® su discurso, un espectador exclam¨®: "?este es el hombre aqu¨ª!"."Arar en el mar"

Casi todos los presidentes aludieron a la necesidad de que Acapulco no quede en s¨®lo las palabras y se logren resultados concretos. Pero la frase final del discurso de Alan Garc¨ªa: "Aremos en el mar ( ... ),porque as¨ª abr¨ªremos el surco de la libertad que ser¨¢ la unidad para nuestros pueblos% hizo que en el ambiente flotara, que casi casi se palpaba, el temor a que la cumbre de Acapulco se convierta en pura ret¨®rica y quede reducida a una simple pirotecnia verbal.

Como para curarse de antemano de que ¨¦ste pueda ser el resultado de la cumbre, varios presidentes se?alaron que ¨¦sta es la primera vez que se reunen por iniciativa propia y destacaron que "el mero hecho de reunirse es un triunfo en s¨ª". Alfons¨ªn dijo que "no vinimos para llevar de regreso a nuestra gente un mensaje ret¨®rico. Por el contrario, como leg¨ªtimos representantes de nuestros pueblos, traemos el mandato de actuar".

La deuda externa, la ca¨ªda de los precios de las materias primas y las trabas proteccionistas a la libertad de comercio fueron las causas m¨¢s frecuentemente citadas de los males que aquejan al continente. Alfans¨ªn afirm¨® que "precisamos la consolidaci¨®n y expansi¨®n de la democracia, con lo que ella supone de justicia social; necesitamos mantener y asegurar la paz en la regi¨®n y deberemos fortalecer nuestro esp¨ªritu de solidaridad frente a los desafios externos". Garc¨ªa estableci¨® la ecuaci¨®n: democracia es igual a paz m¨¢s libertad. En t¨¦rminos similares Alfons¨ªn dijo: "Defenderemos juntos nuestras democracias, pero es bueno tener bien en claro que la defensa del supremo valor de la libertad no colmar¨¢ la esperanza de nuestros pueblos y debe ir acompa?lada de un progresivo bienestar para cada uno de ellos".

El paname?o Del Valle aprovech¨® el discurso inaugural para sacar a relucir el contencioso que mantiene su Gobierno con el de Estados Un?~ dos. Fue la ¨²nica referencia expl¨ªcita al hermano mayor del norte. Mencion¨® Del Valle que, adem¨¢s de la deuda externa, existe la "agresi¨®n pol¨ªtica de sectores reaccionarios de Estados Unidos", a quienes acus¨® de realizar una "campa?a de f¨¢lsedades" y "acciones sediciosas internas y externas" contra Panam¨¢, que "v¨ªolan la Carta de las Naciones Unidas".