Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza ingreso en la Academia

Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza, de 78 a?os, conde de Motrico, ley¨® ayer su discurso de ingreso en la Real Academia Espa?ola, en la que a partir de ahora ocupar¨¢ el sill¨®n G, que perteneci¨® a Manuel D¨ªez-Alegr¨ªa. El ex ministro de Asuntos Exteriores del primer Gobierno de la Monarqu¨ªa, diplom¨¢tico y autor de m¨¢s de 3.500 art¨ªculos y de 10 libros, hizo Una reflexi¨®n sobre el porvenir de nuestra lengua, en un discurso que fue contestado por el dramaturgo Joaqu¨ªn Calvo-Sotelo. Al acto asistieron los Reyes de Espa?a.

Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza ha sido considerado alguna vez como "una especie rara", por su incapacidad para las palabras hirientes, su lenguaje pulcro y exquisito y un estilo elegante basado en la tolerancia. Tambi¨¦n se ha ponderado su habilidad no s¨®lo pol¨ªtica sino tambi¨¦n literaria, sobre todo para contar los viajes y describir la naturaleza.Lo ¨²ltimo se basar¨ªa en su permanente curiosidad, y sobre ¨¦sta se pronuncia el diplom¨¢tico y escritor citando a un pol¨ªtico que era tambi¨¦n un orador y adem¨¢s uno de los mayores prosistas de la lengua latina: Cicer¨®n. "Quiero llegar, como dec¨ªa Cicer¨®n, a una edad en la que la lucidez sirva a la vida misma. El privilegio de la edad consiste en gozar de los recuerdos, ya elaborados, y en tener una gran curiosidad intelectual que nunca se apague. La vejez podr¨ªa ser definida como un estado que hace indiferentes a los hombres ante las novedades de la vida; por eso, quien sepa mantener vivo su inter¨¦s hacia los constantes cambios del mundo no ser¨¢ viejo nunca".

Las partes principales

?se parece ser el caso de Areilza, que, a juzgar por el contenido de su discurso le¨ªdo ayer, utiliza la curiosidad como ejercicio de inteligencia anticipatoria del porvenir. Humilde y diplom¨¢ticamente dice que m¨¢s que llevar su experiencia a la Academia, ¨¦l pretende simplemente alertar "a los doctores de la iglesia" -una iglesia que en este caso es el idioma- sobre aspectos que considera importantes. As¨ª explica el nuevo acad¨¦mico las dos partes principales de su discurso: "En la primera trato de analizar todo lo que representa de impacto en la lengua la era inform¨¢tica, el lenguaje del ordenador, en cuyas programaciones hay un regusto de ingl¨¦s b¨¢sico que hay que tener en cuenta. Ninguna lengua viva puede quedar al margen de la entrada en masa de los neologismos". Para Areilza, el ingl¨¦s est¨¢ presente como un residuo en los lenguajes inform¨¢ticos, y le parece evidente que tiene que permanecer en forma de sustrato que contagie al castellano, sin concesiones pero tambi¨¦n sin ser demasiado puristas ante el fen¨®meno."La segunda parte del discurso", a?ade, "trata de analizar las prospectivas demoling¨²¨ªsticas que ofrecen las estad¨ªsticas de los organismos internacionales. ?stas avisan que de aqu¨ª a 20 a?os se producir¨¢ una marea de pleamar de hispanohablantes. Seremos 700 millones, y ning¨²n pa¨ªs de Europa se quedar¨ªa indiferente ante esta perspectiva. La s¨¦ptima parte de la humanidad de entonces hablar¨¢ el castellano y a m¨ª me resulta muy oportuno decirlo para que se alerte ante un fen¨®meno que va a representar la v¨ªa m¨¢s importante en la pol¨ªtica exterior de Espa?a en el futuro. Las connotaciones sociol¨®gicas de este hecho son interesantes, porque se crear¨¢ una pir¨¢mide de juventud y otra de pobreza, localizadas en gran parte en los suburbios de las enormes megal¨®polis, lo que va a condicionar las formas y los modelos de nuestra lengua".

Areilza dijo ayer que considera un tratamiento de honor el hecho de ingresar en la Academia de la Lengua, tras una vida p¨²blica y literaria en la que ha tratado de buscar la claridad en su forma de expresarse. En este sentido, se declara seguidor en sus lecturas de Ortega, cuyas obras le parecen "refrescantes para la inteligencia".

El diplom¨¢tico, que en 1941 obtuvo, con Fernando Mar¨ªa Castiella, el Premio Nacional de Literatura, por la obra Reivindicaciones de Espa?a, ha publicado libros como Embajadores sobre Espa?a ( 1947), Escritos pol¨ªticos (1968), La Europa que queremos (premio Espasa-Calpe en 1986) o Diario de un ministro de la Monarqu¨ªa. Recientemente se han editado siete relatos suyos.

Areilza, cuya principal actividad se ha desarrollado en el mundo de la pol¨ªtica, cree que en la Espa?a actual los pol¨ªticos "desde?an la brillantez en el lenguaje; se ve como adorno innecesario. Recuerdo una encuesta que cifraba en 2.000 vocablos la media utilizada por los pol¨ªticos". Cita a Mitterrand como ejemplo de pol¨ªtico que habla un franc¨¦s "escogido, admirable, preciso, concreto y restallante cuando conviene", y opina que en Espa?a, quiz¨¢ por necesidad, y tambi¨¦n en parte por demagogia, los pol¨ªticos emplean un lenguaje "de mangas de camisa". "Ahora que la imagen es tan importante", concluye, "creo que no es bueno ofrecer la imagen de un castellano poco rico".