'Perestroika' y finanzas
Los sovi¨¦ticos quieren seducir al capital norteamericano para que invierta con la garant¨ªa de la reforma
ENVIADA ESPECIALEl prestigioso economista Abel Agambeguian, uno de los cerebros de la reforma sovi¨¦tica, es el hombre clave a la hora de animar a invertir en la URSS al capital norteamericano, cuyos representantes acudieron ayer a su cita con Mijail Gorbachov. Agambeguian, un obeso armenio que se hizo famoso en el Instituto de Econom¨ªa de Novosibirsk, ha sustituido estos d¨ªas su trabajo en la Academia de Ciencias de la URSS por una agitada vida social, que incluye viajes a Nueva York y banquetes con empresarios, banqueros, funcionarios y economistas, a los que tranquiliza sobre el futuro de sus eventuales inversiones ligadas al futuro de la perestroika.
"?Hay inter¨¦s?", le pregunt¨® Mijail Gorbachov a Agambeguian, refiri¨¦ndose al empresariado norteamericano, durante la comida ofrecida por el secretario de Estado norteamericano, George Shultz. Agambeguian, que contaba ¨¦l mismo este incidente, contest¨® afirmativamente al secretario general, quien .quiere s¨®lo saber qu¨¦ actitud tienen los c¨ªrculos empresariales ante la URS S y qu¨¦ es lo que saben sobre la perestroika"."Algunos quieren ayudar a la perestroika y simpatizan con ella", dec¨ªa el economista, que quisiera ver aumentar las exportaciones sovi¨¦ticas a EEUU y piensa que la venta de autom¨®viles utilitarios, como segundo o tercer coche familiar, podr¨ªa ser un buen comienzo.
"No ser¨¢ una limousine de siete metros, claro, aunque ya ven ustedes en qu¨¦ coche va Gorbachov", se?alaba, refiri¨¦ndose al Zil de fabricaci¨®n artesanal en el que circula el dirigente. Los Zil, producidos en la f¨¢brica del mis mo nombre, no son para la exportaci¨®n, y adem¨¢s "las ruedas giran con dificultad", dijo Agambeguian.
Disminuye el intercambio
El intercambio comercial entre la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Estados Unidos ha disminuido sustancial mente en los ¨²ltimos a?os y ha pasado de 3.300 millones de d¨®lares en 1979 a 600 millones de d¨®lares en 1986 como resultado, sobre todo, de la reducci¨®n de las compras agr¨ªcolas, que constituyen a¨²n el grueso de las ventas norteamericanas a Mosc¨².Seg¨²n Agambeguian, la URSS continuar¨¢ recortando las importaciones agr¨ªcolas, para interrumpir las compras a gran escala a principios de la d¨¦cada de los noventa, con excepci¨®n de la soja. Agambeguian, que ha celebrado varias reuniones dedicadas a explicar las empresas mixtas, asegura que hay un gran n¨²mero de compa?¨ªas en los sectores de construcci¨®n de maquinaria e industria ligera que se interesan por esta posibilidad de invertir hasta un 49%. en territorio de la URSS. Los proyectos de empresas mixtas, sin embargo, est¨¢n m¨¢s avanzados con pa¨ªses europeos que con EE UU. Aqu¨ª, hasta ahora, hay un acuerdo con la Combustion Engineering para modernizar algunas refiner¨ªas petroleras y negociaciones con la Pepsi-Cola para sumar 21 plantas de embotellado m¨¢s a las 19 ya existentes en la URSS, adem¨¢s de abrir dos pizzer¨ªas en Mosc¨². La producci¨®n de Pepsi, un fruto de la distensi¨®n de los setenta, tiene como contrapartida la exportaci¨®n de vodka sovi¨¦tico a EE UU. El vodka supone el 2,3%. de las exportaciones sovi¨¦ticas a Estados Unidos.
Tecnolog¨ªa punta
La URSS est¨¢ interesada en tecnoog¨ªa punta para la construcci¨®n de maquinaria, las telecomunicaciones y la extracci¨®n de petr¨®leo. Este ¨²ltimo campo est¨¢ en plena expansi¨®n, seg¨²n Agambeguian,con la apertura de nuevos yacimientos. Las exportaciones de petr¨®leo y gas, que son el 70%. del total, van a aumentar, seg¨²n Agambeguian, a base de extraer m¨¢s y sustituir el consumo interno de petr¨®leo por gas y carb¨®n.En un intento de despertar el inter¨¦s por las empresas mixtas, Agambeguian se?alaba que, aparte de las condiciones ya reglamentadas, el Gobierno sovi¨¦tico puede aceptar otras m¨¢s imaginativas. El economista invit¨® a hacer propuestas concretas y asegur¨® que el mercado sovi¨¦tico es grande, la mano de obra y el terreno baratos, y la "producci¨®n masiva" permite pensar en un "gran negocio". "Todo depende del clima pol¨ªtico", se?al¨® Agambeguian.
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