El relevo en Praga, un triunfo de la 'perestroika'
El presidente de Checoslovaquia, Gustav Husak, uno de los l¨ªderes m¨¢s veteranos y ortodoxos del bloque socialista, dimiti¨® ayer como secretario general del partido comunista. Es el primer relevo de un jefe de partido en Europa oriental desde el acceso al poder en la URSS de Mijail Gorbachov, en marzo de 1985, y supone una clara prueba de que, pese a resistencias iniciales, la perestroika se est¨¢ imponiendo tambi¨¦n en Checoslovaquia. Husak se hab¨ªa convertido, pese a su pragmatismo y realismo, en un s¨ªmbolo del inmovilismo ideol¨®gico y pol¨ªtico. Con su cese cae un importante obst¨¢culo a la pol¨ªtica de reforma que los sectores m¨¢s din¨¢micos del partido pugnan por imponer y que timidamente hab¨ªa ganado terreno en los ¨²ltimos meses.
Meses antes del 20? aniversario de la invasi¨®n de Checoslovaquia desaparece de la escena pol¨ªtica el m¨¢ximo responsable de la represi¨®n de las reformas checoslovacas, cuyo paralelismo con las sovi¨¦ticas actuales es obvio.El Comit¨¦ Central pidi¨® a Husak que contin¨²e en el cargo de presidente de la Rep¨²blica los tres a?os de mandato que le quedan y eligi¨® a Milos Jakes, de 65 a?os, como nuevo secretario general. Jakes y el primer ministro, Lubomir Strougal, eran los candicatos con m¨¢s posibilidades de suceder a Husak, cuya retirada se ven¨ªa rumoreando desde v¨ªsperas del congreso del partido en abril pasado.
[El nuevo secretario general de partido manifest¨® ayer, tras su nombramiento, que no habr¨¢ cambios inmediatos en la l¨ªnea pol¨ªtica de la organizaci¨®n, informa Efe desde Praga. "En un momento como este, muchos se preguntar¨¢n si el cambio de l¨ªder significa un cambio de pol¨ªtica. La respuesta es clara: lo establecido en el ¨²ltimo congreso seguir¨¢ guiando nuestro trabajo", dijo.]
Jakes, miembro del Presidium (bur¨® pol¨ªtico) y secretario del Comit¨¦ Central, es un experto en cuestiones econ¨®micas y nunca ha formado parte del grupo m¨¢s notoriamente inmovilista del partido en torno a Husak, Vasil Bilak y Jan Fojtik. Con la retirada de Husak, el n¨²cleo ortodoxo avanza hacia su disoluci¨®n. Bilak, el guardi¨¢n ideol¨®gico, "ya s¨®lo recibe medallas por servicios prestados", como se?alaba recientemente un joven comunista checoslovaco en Praga. Fojtik, otro de los duros, intenta salvar su carrera aup¨¢ndose al tren reformista.
Un freno a las reformas
Husak llevaba 18 a?os dirigiendo el partido desde "que sucedi¨® a Alexander Dubcek el 17 de abril de 1969, un a?o despu¨¦s del aplastamiento de la primavera de Praga.En un principio, Husak hab¨ªa apoyado la apertura de Dubcek. En enero de 1968, Dubcek lo nombr¨® viceprimer ministro y, como tal, Husak acompa?¨® al jefe del partido a Mosc¨² cuando fue convocado por el Kremlin tras la invasi¨®n en agosto de aquel a?o.
Un a?o m¨¢s tarde era impuesto por la URSS en la c¨²pula del partido para dirigir la denominada normalizaci¨®n, la purga de los comunistas afines a la l¨ªnea reformista de Dubcek y la marcha atr¨¢s en las reformas aplicadas por ¨¦ste. Husak era el l¨ªder comunista del Este de Europa en activo pol¨ªticamente m¨¢s afin al antiguo m¨¢ximo dirigente sovi¨¦tico Le¨®nid Breznev. Pese a sus continuos apoyos verbales a la nueva pol¨ªtica del Kremlin bajo Mijail Gorbachov, eran manifiestos sus recelos a una apertura pol¨ªtica paralela a la reforma econ¨®mica.
Desde el pasado congreso del partido, en marzo de 1986, hab¨ªa quedado patente que con Husak al frente las reformas econ¨®micas y pol¨ªticas no llegar¨ªan a consumarse.
Seg¨²n la agencia checoslova ca CTK, Husak pidi¨® al Comit¨¦ Central su relevo por "serias razones". ?stas no han sido explicadas. Una de ellas es, sin duda la edad y sus graves problemas con la vista, que se han agravado hasta una virtual ceguera.
Sin embargo, en los ¨²ltimos meses se hab¨ªan producido inci dentes que hacen suponer serias desavenencias entre Husak y la direcci¨®n del Kremlin. A finales de noviembre, Husak abandon¨® Mosc¨² prematuramente y fue el ¨²nico l¨ªder aliado de la URSS que no asisti¨® a los actos centrales del 70? aniversario de la revoluci¨®n bolchevique.
Seg¨²n algunos observadores, Husak reaccion¨® indignado al tener noticia de que la direcci¨®n sovi¨¦tica hab¨ªa acusado recibo p¨²blicamente de una carta de felicitaci¨®n a Gorbachov de Alexander Dubcek, y algunos dirigentes sovi¨¦ticos hab¨ªan sugerido que hab¨ªa que replantearse el an¨¢lisis de la crisis checoslovaca de 1968.
Para Husak, que tom¨® las riendas del partido en 1969, ejecut¨® fielmente las ordenes del Kremlin y se comprometi¨® con el c¨¦lebre documento para la normalizaci¨®n publicado en 1970, que condenaba las reformas como traici¨®n al socialismo, estos comentarios procedentes de Mosc¨² s¨®lo pod¨ªan suponer un agravio. Su cese supondr¨¢ en todo caso un aumento de la credibilidad de las intenciones renovadoras del partido.
El relevo de Husak es la se?al m¨¢s clara de cambio que se da en Checoslovaquia desde la primavera de Praga. Supone el principio, del fin de la esclerosis ideol¨®gica que, primero por obediencia ciega al Kremlin bajo Breznev, y despu¨¦s por los temores de la vieja guardia a un nuevo trauma como el de 1968, ha impedido la renovaci¨®n interna y un papel aut¨®nomo y activo en la pol¨ªtica exterior de este pa¨ªs de gran potencial econ¨®mico y cultural.
Cambios en Hungr¨ªa
El relevo del poder en Checoslovaquia se produce s¨®lo un d¨ªa despu¨¦s que el primer ministro h¨²ngaro, Karoly Grosz, de 57 a?os, realizara un importante cambio en su Gabinete, incorpor¨¢ndo a miembros m¨¢s j¨®venes. [?sta ha sido la mayor reorganizaci¨®n del Gobierno desde 1967", dijo ayer Gorsz, "pero es s¨®lo el primer paso en un plan de reorganizaci¨®n de gran escala que esperamos que est¨¦ completo a fines de 1988, un a?o antes de lo previsto", informa Reuter.]
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