Las ideas de Eltsin amenazaban con provocar nuevas 'purgas', asegura un analista sovi¨¦tico
Las ideas y m¨¦todos de Boris Eltsin, el ex jefe del Partido Comunista en Mosc¨², amenazaban a la larga con transformar la perestroika (reestructuraci¨®n) en una campa?a de purgas al estilo de los a?os treinta, seg¨²n un articulo publicado, por el prestigioso economista sovi¨¦tico Gavril Popov en el ¨²ltimo n¨²mero del semanario Novedades de Mosc¨².
En el an¨¢lisis pol¨ªtico m¨¢s detallado aparecido hasta ahora en la Prensa sovi¨¦tica sobre el caso Eltsin, Popov, un profesor de la universidad de Mosc¨² que se ha distinguido por sus pol¨¦micos art¨ªculos, acusa al ex dirigente del partido en la capital de "vanguardismo conservador autoritario".El economista, que elogia algunos aspectos de la personalidad de Eltsin, sigue sin desvelar la intervenci¨®n que ¨¦ste realiz¨® en el Comit¨¦ Central del PCUS (Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica). Tal intervenci¨®n, que seg¨²n el n¨²mero dos del partido, Egor Ligachov, no ser¨¢ publicada, le cost¨® a Eltsin no s¨®lo el puesto al que ya hab¨ªa renunciado, sino tambi¨¦n la condena p¨²blica de Gorbachov y de los miembros del comit¨¦ del partido en Mosc¨². Eltsin consider¨® que la perestroika en Mosc¨² hab¨ªa fracasado y critic¨® las injerencias de Ligachov en su trabajo.
Popov comparaba los m¨¦todos de Eltsin (dos oleadas de relevos de cuadros sin garant¨ªas sobre una tercera o cuarta oleada) con los llamamientos para "imponer la revoluci¨®n", "forzarla" y "reestructurar al personal" defendidos por Trotski y puestos en pr¨¢ctica por Stalin. Afirmaba Popov que, de haberse extendido esta pol¨ªtica en todos los niveles del control estatal, "sus abogados habr¨ªan acabado d¨¢ndose cuenta de que estaban desesperadamente perdidos en el laberinto cuya salida hab¨ªan prometido encontrar". En ese punto, se?ala Popov, se habr¨ªa planteado la disyuntiva de hacer la perestroika tal como est¨¢ formulada hoy o "desenmascarar a los enemigos". "Si esto pasara, la cruel l¨®gica de la direcci¨®n por decreto desde arriba llevar¨ªa otra vez a la situaci¨®n de los a?os treinta", se?alaba el economista.
Comunistas honrados
"La situaci¨®n se ve agravada porque entre los partidarios del vanguardismo, que abusan a menudo de la ret¨®rica seudorrevolucionaria, hay sin duda comunistas honrados, sinceros y valientes, as¨ª como dirigentes competentes", se?alaba Popov, quien inclu¨ªa a Eltsin en esta categor¨ªa. Popov se?alaba que tales gentes suelen "ser presa del p¨¢nico cuando descubren que el problema no es tanto sustituir la tripulaci¨®n como reconstruir el barco, y que ello puede llevar af¨ªos de duro trabajo sin resultados tangibles"."El vanguardismo pol¨ªtico parece tener apoyo en muchos trabajadores, que quisieran ver la perestroika realizada por otros y servida en bandeja como un regalo", dec¨ªa el economista.
Popov afirmaba que una dimisi¨®n como la de Eltsin "es un acontecimiento bastante corriente en una sociedad democr¨¢tica", pero "la reacci¨®n p¨²blica result¨® mucho mayor de lo que el acontecimiento merec¨ªa". Sucedi¨® as¨ª, en su opini¨®n, por la falta de suficiente transparencia informativa (glasnost) y por una personificaci¨®n de la perestroika que entronca con la tradici¨®n del culto ala personalidad. Popov justifica impl¨ªcitamente la no publicaci¨®n de la intervenci¨®n de Eltsin al decir que la sociedad sovi¨¦tica "no est¨¢ totalmente preparada para la glasnost, cuyo nivel en este caso no tuvo precedente en toda la historia de posguerra de este pa¨ªs".
Seg¨²n Popov, algunos de los oradores en el Comit¨¦ Municipal del Partido que destituy¨® a Eltsin estaban en realidad criticando a la direcci¨®n del PCUS al condenar a aqu¨¦l por preferir encontrarse con los moscovitas en las calles y en las f¨¢bricas en lugar de participar en las reuniones de la organizaci¨®n.
El estilo de Eltsin era autoritario, seg¨²n Popov, por la primac¨ªa concedida al l¨ªder sobre las masas. Era vanguardista porque trataba de conseguir sus objetivos mediante saltos, ignorando las realidades objetivas. "Su vanguardismo es conservador porque sus m¨¦todos est¨¢n condenados al fracaso y s¨®lo pueden desacreditar la perestroika al ser utilizados por nuestros conservadores, con independencia de las intenciones", dice.
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