La sombra del pasado
Los cuatro miembros de Primal Scream llegaron a Madrid con lo puesto. Tardaron dos horas y diez minutos en aparecer en el escenario. Se cambiaron de ropa, revisaron un poco los aparejos, y se decidieron a satisfacer al escaso p¨²blico. Primal Scream recordaron inconscientemente a sonidos, voces y personajes ya reconocidos de otros tiempos rockeros, recordaron a muchas cosas, muchas sensaciones, a todo, menos a ellos mismos.La sombra de los Byrds o de Crazy Horse, con Neil Young o cualquier otro personaje de la sicodelia californiana, cubr¨ªa los cuerpos noct¨¢mbulos del joven quinteto brit¨¢nico, encabezado por un vocalista curioso de escaso poder en sus cuerdas vocales y algo m¨¢s de imaginaci¨®n interpretativa.
Recital de Primal Scream
Primal Scream: Bobby Gillespie cantante; Jim Navajo, guitarra solista; Robert Young, guitarra bajo, y Andrew Innes, guitarra r¨ªtmica, con bater¨ªa adicional. Rock Club. Madrid, 21 de diciembre.
Bobby Gillespie, rostro oculto por su melena lacia, al modo Jim McGuinn, tiene una voz adormecida que en vivo se escucha siempre por debajo de la instrumentaci¨®n de sus compa?eros, de las guitarras emotivas y briosas de Andrew Innes y, sobre todo, de Jim Navajo, un solista firme heredero de los punteos profundos de Neil Young.
Gillespie, cantor l¨¢nguido, creador de textos po¨¦ticos, se expres¨® en escena con un lenguaje suelto. Interpret¨® varias canciones no incluidas en el ¨¢lbum Sonic Flower Groove: Country, Stars Prutt Surt Rider y Spirea, entre otras.
Primal Scream comenzaron su breve actuaci¨®n con temas de tiempo medio, ¨®ptimo para la garganta de Gillespie, que se calent¨® poco a poco hasta su reaparici¨®n en el ¨²nico bis. Se arroj¨® al suelo y desde all¨ª exclam¨® entre ilusiones ¨¢cidas frases del tema Loose. I can't wait cantaba a grito pelado, y con ¨¦l la guitarra de Navajo tambi¨¦n chillaba. Lograron contagiar el entusiasmo.
Buffalo Springfield, en su ¨¢lbum Again, escribieron en la contraportada cerca de un centenar de nombres a quienes agradec¨ªan su influencia e inspiraci¨®n, viejos trovadores rockeros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.