Atenci¨®n, gobernador, se graba
Interior prepara a sus hombres para la conquista de la televisi¨®n
El gobernador civil desaparece durante cinco horas en su visita semanal a Madrid. Debe ir al cuartel de la Guardia Civil para asistir a un simulacro que le va a hacer sudar tinta. Nada m¨¢s llegar, acompa?ado por su escolta, toma asiento. Est¨¢ tranquilo. No ha olvidado enterrar todos sus calcetines blancos, ha evitado la camisa blanca y ha estado ensayando toda la semana frente al espejo, mientras se afeitaba. Est¨¢ seguro de haber retirado de su vocabulario los obviamente, los ?no? y los de que. Todo va a salir bien.
Las luces le ciegan de pronto. Un guardia civil da el aviso: "Se empieza a grabar". En el estudio de grabaci¨®n de la Guardia Civil, un nuevo alto cargo va a someterse a un simulacro de entrevista en el que un experto va a fingir ser el m¨¢s audaz, m¨¢s agudo y m¨¢s agresivo de todos los periodista de la historia. Y en la m¨¢s absoluta discreci¨®n, porque est¨¢ en su casa, el gobernador va a tratar de salir del apuro con la mayor dignidad posible. El Ministerio del Interior ha iniciado su campa?a para conseguir que sus representantes sean los mejores comunicadores. Y para ello ha ofrecido a un centenar de personas, gobernadores civiles, delegados del gobierno, t¨¦cnicos y jefes de brigadas de polic¨ªas, la posibilidad de entrenarse en el dominio del ruedo de la comunicaci¨®n."Se?or, si¨¦ntese siempre de lado derecho del entrevistador, ¨¦se es su mejor perfil". "Para parecer m¨¢s estilizado, evite siempre sentarse en un butac¨®n bajo, la silla alta le va mejor". "Olv¨ªdese de su nariz y c¨¦ntrese en las preguntas; en realidad, no es tan grande como usted cree". Muchas veces, explican los entrena dores de altos cargos, estas diferencias no son tan obvias, pero, a los que comparecen, esta clase de consejos les da mucha seguridad."Las manos son un elemento importante siempre que sepa utilizarlas; si no, es mejor tenerlas quietas, pero siempre a la vista". Los altos cargos tambi¨¦n aprenden que deben tratar con la misma cordialidad a los redactores de la televisi¨®n que a sus t¨¦cnicos. "Al fin y al cabo, ellos son los que tienen en sus manos sacarles m¨¢s favorecidos".
Cuando los periodistas se abalancen sobre usted y le asedien con preguntas, "conteste lo m¨¢s bajo posible, as¨ª conseguir¨¢ que ellos se callen y adem¨¢s dar¨¢ sensaci¨®n de relajo".
Una c¨¢mara de televisi¨®n -aprenden los que se someten al cursillo- no es como una grabadora; deber¨¢ usted olvidarse de su manera de hablar y condensar en 20 segundos su mensaje. As¨ª evitaremos, explican los organizadores del cursillo, "que el personal de la casa se siga quejando de que la televisi¨®n siempre recoge el trozo de sus declaraciones que menos les gusta" Los periodistas adscritos a la Secretaria de Estado para la Seguridad est¨¢n utilizando para ello un estudio de grabaci¨®n que se construy¨® en 1979 y que hasta ahora estaba siendo utilizado para el montaje t¨¦cnico de grabaciones de operaciones policiales, con el fin de entregar luego los v¨ªdeos al juez y para usarlo en las fiestas de v¨ªrgenes patronas.
Ante todo, serenidad
Para conseguir que su mensaje llegue a la gente, lo mejor ser¨¢ que transmita serenidad a la poblaci¨®n; sobre todo, si es un asunto delicado, como muertes, inundaciones, incendios y dem¨¢s accidentes naturales. Los altos cargos tambi¨¦n deben procurar que sus mensajes den sensaci¨®n de cohesi¨®n y de naturalidad.
Los aspirantes a comunic¨®logos nunca deben cometer el error de fiarse de sus dotes de improvisaci¨®n: "Docum¨¦ntese y ensaye", y no se olvide que aunque no corresponda a su ¨¢rea, le pueden hacer preguntas comprometidas de noticias de actualidad. Prepare respuesta para todas las preguntas que se le ocurran; aunque sea gobernador civil de Sevilla, pueden preguntarle por la negociaci¨®n de las bases, y usted no puede fallar.
Los periodistas no son ogros -se les aclara antes de explicarles las precauciones que deben tomar.- El entorno tambi¨¦n es importante: los altos cargos no pueden hablar de su familia en el despacho, y en casa, de asuntos oficiales; si es una entrevista personal, elija un parque como fondo, y no olvide que hay lugares en su oficina adecuados para cada asunto.
Despu¨¦s de cinco horas, de consejos, que, seg¨²n los testigos, "les dejan exhaustos", se les env¨ªa un informe sobre los defectos que todav¨ªa deben corregir o se les hace repetir la sesi¨®n.
Si es polic¨ªa, no lleve gabardina
Si es usted polic¨ªa, evite llevar gafas oscuras, gabardinas y el resto de estereotipos profesionales cuando sea llamado a un programa de televisi¨®n: opte por una indumentaria neutra.Los consejos de los expertos en imagen de la Secretar¨ªa de Estado para la Seguridad son muy precisos: "Nunca se enfrente a su entrevistador, y, por muy mal que se lo ponga, no pierda los nervios". "Si el toro es bueno, muchos pases; si es malo, al burladero". Existen trucos para obviar las preguntas que no interesan: "Aprenda usted a hilar y a desviar con habilidad".
Y cuestiones meramente t¨¦cnicas: "Recuerde que la vida funciona de derecha a izquierda: como las p¨¢ginas del peri¨®dico, las rayas de su corbata, el hombro que una mujer descubre en su traje escotado y el lugar de donde llega el coche del chico de las pel¨ªculas. Si usted prefiere sentarse a la derecha del entrevistador, los telespectadores le ver¨¢n menos porque ellos tambi¨¦n ven la vida de diestra a siniestra".
"No olvide que es necesario que la poblaci¨®n colabore con usted y reciba su mensaje, y para ello usted debe ser lo suficientemente interesante como para evitar que los televidentes le abandonen para ir a fre¨ªr un huevo".
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