Alumnos sabihondos

El estreno de una pel¨ªcula presentada por Steven Spielberg, cineasta de su ¨¦poca, conlleva la premonici¨®n de que el nuevo filme, sirvi¨¦ndose de los efectos especiales, bucear¨¢ en el recetario de los g¨¦neros cl¨¢sicos de Hollywood, entremezcl¨¢ndolos y buscando la complacencia del p¨²blico joven, m¨¢s a¨²n cuando el director, como en esta ocasi¨®n, es Joe Dante, con quien ya colabor¨® Spielberg con ¨¦xito en Gremlins.Joe Dante se form¨® en la factor¨ªa de Roger Corman, con quien realiz¨® Pira?as, suced¨¢neo de la obra de Spielberg Tibur¨®n, llamando la atenci¨®n de la cr¨ªtica. Continu¨® mostrando su personalidad en Aullidos, en el episodio que dirigi¨® para Twilight zone y en Explorers.

El chip prodigioso comienza como una comedia amorosa, sigue por los senderos de lo fant¨¢stico y avanza como una pel¨ªcula de acci¨®n, propiciada por el espionaje industrial.

Para ello se elige a una pareja con gancho, que pronto se convertir¨¢ en tr¨ªo; un proceso de miniaturizaci¨®n, al que ya sac¨® jugo Tod Browning en Mu?ecos infernales, hace nada menos que 50 a?os, un viaje por el interior del cuerpo humano utilizado por Richard Fleischer hace 20 en Viaje fant¨¢stico; y unas persecuciones en la mejor tradici¨®n del slapstick.

Todo ello est¨¢ funcional y espectacularmente filmado sacando provecho del montaje y de los efectos especiales de la Industrial light and magic, de George Lucas.

Listos

Como Joe Dante y Steven Spielberg adem¨¢s de listos son inteligentes, y conscientes de que su cine incide m¨¢s en la industria y el espect¨¢culo que en el arte, se permiten incluir en una secuencia a un criado con aspecto de ind¨ªgena de Bora Bora, al que Haman Murnau -y no Flaherty, acertadamente-, como uno de los gui?os presentes en su formulario filmico, que si no descubre ning¨²n elemento nuevo, utiliza con acierto los de la tabla peri¨®dica de los g¨¦neros.Las primeras im¨¢genes de El chip prodigioso constituyen una declaraci¨®n de principios en la que afirma c¨®mo la realidad es una cuesti¨®n de distancias que marcan las apariencias, y que las magnitudes dependen de la amplitud del universo en que discurren.

El juego de apariencias y realidades se repite en la dualidad que viven los personajes, cre¨ªbles y bien definidos en la ficci¨®n cinematogr¨¢fica, donde destaca el tr¨ªo protagonista de El chip prodigioso formado por Martin Short, Meg Ryan y Denniss Quaid.

Martin Short es una mezcla afortunada de Dudley Moore y Danny Kaye; Meg Ryan, que ya demostr¨® su gancho en la pel¨ªcula Armados y peligrosos, posee cierto ¨¢ngel en su expresi¨®n risue?a, y Denniss Quaid, triunfador en el filme Querido detective, es un actor actualmente en alza que conoce perfectamente las claves para lograr sacar provecho a su sonrisa.

A pesar de un baj¨®n de ritmo e inter¨¦s que se produce cuando est¨¢ mediada la proyecci¨®n, la casi dos horas de metraje qu consume la pel¨ªcula cumplen con dignidad el fin propuesto de ofrecer un producto divertido y com placiente, objetivo comercial de los dos aprendices de brujos f¨ªlmicos que son Steven Spielberg y Joe Dante, alumnos aventajados de la sabia c¨¢tedra gen¨¦rica de Hollywood.