La carga maldita
A prop¨®sito del asunto del carguero Cason, embarrancado en las costas de Finisterre, no puedo menos de escribir estas l¨ªneas para echar fuera el malestar y sonrojo que siento. Despu¨¦s de toda la odisea del barco, los peligros, la incertidumbre de toda la zona de Finisterre, Corcubi¨®n, Cee y Mux¨ªa, donde tantos hombres han sido valientes y han hecho trabajos verdaderamente arriesgados para tratar de solucionar un problema tan grave y tan desconocido, y que a¨²n no est¨¢ resuelto, rescatando bidones, transport¨¢ndolos adonde se les ha indicado, entre explosiones, fuego y peligro de alta contaminaci¨®n, me entristece ver c¨®mo la falta de solidaridad, p¨¢nico y cobard¨ªa se apodera de las gentes y agravan la situaci¨®n deteniendo y cortando la carretera, complic¨¢ndolo todo, poniendo m¨¢s peligro por m¨¢s tiempo y entorpeciendo la labor de los que est¨¢n ayudando.Por ¨²ltimo, y lo m¨¢s grave, el comportamiento de los trabajadores de Al¨²mina-Aluminio de San Cipri¨¢n, protestando hasta el extremo de hacer una huelga salvaje, llegando su tozudez, ignorancia y falta de solidaridad a tal punto de cegarles el conocimiento, echando piedras sobre su propio tejado. Han perjudicado en miles de millones a su f¨¢brica, pues es su pan y su trabajo el que han despreciado y tirado por la borda. ?Y todo por qu¨¦? Por unos cuantos bidones venenosos que pasaron por all¨ª, cuando cosas parecidas circulan por las carreteras a diario.
?Y que ahora castigan con dejar en la calle a los culpables? Pues me parece muy bien, y que vuelvan a arrancar terrones. Se?ores de Al¨²mina-Aluminio, creo en la democracia, pero tambi¨¦n en la solidaridad de las gentes. Hay que ir aprendiendo a usar la democracia de otra manera. Hay que creer algo en nuestros gobernantes, y no siempre desconfiar de ellos. Es mucho m¨¢s f¨¢cil criticarlo todo que gobernar bien.
No me puedo imaginar esta actitud en Catalu?a o el Pa¨ªs Vasco. Ellos hubieran protegido
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.