Aproximaci¨®n a la licantrop¨ªa

El bosque del lobo, como La hora bruja la pel¨ªcula de Armi?¨¢n, es ante todo una obra de atm¨®sferas. La c¨¢mara recorre arteramente los espacios m¨¢gicos de Galicia a la b¨²squeda de sus ra¨ªces mitol¨®gicas y sus leyendas. Ese inter¨¦s por acceder a mil y una sensaciones surgidas de nuestro contacto con una naturaleza enigm¨¢tica es el principal atractivo de un filme, sin embargo, demasiado contemplativo de s¨ª mismo y en exceso pretencioso en su tem¨¢tica, ni m¨¢s ni menos que una aproximacion seria y ngurosa, de qualit¨¦, al hombre lobo, entendido como fen¨®meno humano y no producto de la fantas¨ªa. Se necesitaba mucha capacidad para abordar semejante tema -la del Bergman de La hora del l¨®bo, y a su director, Pedro Olea, se le fue la mano en el tratamiento del lado oscuro del hombre, aunque queda como una de las pel¨ªculas m¨¢s acabadas de su irregualr filmografia y cuenta con una esforzada y de mucho m¨¦rito interpretaci¨®n de Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez.Adem¨¢s de ser, claro est¨¢, el mejor plato cinematogr¨¢fico-televisivo del d¨ªa, cuyos otros guisos son una comedia fallida -otra m¨¢s- del gran c¨®mico Paco Mart¨ªnez Soria, Es peligroso casarse a los 60, y una nueva versi¨®n de la opereta de Lehar La viuda alegre -de la que hay que destacar a la gran bailarina Gwen Verdon, lo mejor de la funci¨®n-, a a?os luz, naturalmente, de las de Von Stroheim y Lubitsch.