Elena Salgado

Elena Salgado es directora general de costes de personal y pensiones p¨²blicas del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda. Cuando explica en qu¨¦ consiste su trabajo, no cabe menos que ingenuamente preguntar: eso debe de ser muy dificil, ?no? "M¨¢s que dif¨ªcil, apasionante", contesta. Por su criterio se rigen las retribuciones de todo el personal al servicio de la Administraci¨®n del Estado -unas 700.000 personas-, as¨ª como medio mill¨®n de pensiones: de ex funcionarios, militares de la Rep¨²blica y mutilados de guerra.

Es adem¨¢s la primera mujer que recibe la Gran Cruz de la Orden del M¨¦rito Militar, distinci¨®n concedida por el Gobierno a propuesta del Ministerio de Defensa. Tan t¨ªmida como seria, Elena Salgado explica qu¨¦ ha hecho para merecerla. "Desde 1984 he colaborado en la reorganizaci¨®n del Ministerio de Defensa para dotarlo de una estructura similar a la que tienen otros ministerios, proporcionarle un ¨®rgano central, identificar las direcciones generales y crear un esquema civil de los puestos de trabajo".Trata de convencer de que es una persona gris y aburrida, que seguramente sus 38 a?os no tienen el suficiente atractivo para llenar 60 l¨ªneas. Naci¨® en Orense, estudi¨® Ingenier¨ªa Industrial y Econ¨®micas en Madrid. Ha trabajado en la Escuela de Organizaci¨®n Industrial, en la direcci¨®n de estudios del INI, Ensidesa y en el Instituto de la Peque?a y Mediana Empresa. "No he conocido el paro ni la discriminaci¨®n por ser mujer".

En 1985 se hizo cargo de una direcci¨®n general creada un a?o antes para acometer la reforma administrativa. Su funci¨®n: modificar el sistema retributivo del personal de la Administraci¨®n del Estado. "El sistema de pagos a los funcionarios se llevaba a cabo de acuerdo con el cuerpo al- que pertenec¨ªan y no por el trabajo que realizaban. Estaba poco primada la responsabilidad. La gente no admit¨ªa jefaturas porque no recib¨ªa incentivos econ¨®micos. Con la reforma tratamos de evitar las fugas de personal t¨¦cnico hacia las empresas privadas motivadas por unas mayores expectativas profesionales". Se?ala con preocupaci¨®n la falta de atractivo del trabajo p¨²blico para los j¨®venes titulados, y le gustar¨ªa que llegasen a comprender que un "funcionario no es un bur¨®crata aburrido firmando papeles".

"La mentalidad de funcionario no existe. Lo que sucede es que en la Administraci¨®n muchas veces no se sabe pedirle un trabajo, decirle qu¨¦ es lo que se espera de ¨¦l".

Dentro del medio mill¨®n de pensiones que dependen de esta direcci¨®n general se encuentran las que corresponden a los militares de la Rep¨²blica. Una ley de 1984 se?alaba el derecho a recibir una pensi¨®n de todo militar republicano que hubiera alcanzado la categor¨ªa de suboficial por m¨¦ritos de guerra. Se recibieron 110.000 solicitudes, de las que ya se han resuelto 70.000. "Es complicado cerrar estos expedientes, porque se trata de aportar pruebas de algo que sucedi¨® hace 50 a?os". Calcula que, con el criterio actual, estas pagas se prolongar¨¢n como m¨¢ximo hasta el a?o 2020.

La directora de personal y pensiones p¨²blicas est¨¢ casada y tiene una hija de 11 a?os. Su gran pasi¨®n es estar sola y pasear. Sus aspiraciones: "Que no me influya el s¨ªndrome del coche oficial, y cambiar de trabajo antes de que se me hayan agotado las ideas en ¨¦ste".